𝐋𝐨𝐯𝐞 𝐎𝐟 𝐍𝐢𝐠𝐡𝐭𝐦𝐚𝐫𝐞𝐬 || ᴍᴏɴᴏ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 14 | 𝐋𝐚 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝 #2

(...)

Era incapaz de levantar la mirada, creía que era capaz de luchar contra él, pero el simple hecho de pensarlo la hacia temblar. No deseaba causar algo daño, pero tampoco deseaba morir.

—T/N —Hablo el hombre con su voz algo rota rompiendo de una vez el silencio entre los presentes.

La niña sintió cada parte de su cuerpo tensarse, si bien aquel hombre no parecía querer hacerle daño esto no impedía que cada uno de sus músculo temblará con tan solo escucharlo.

Se sobresalto cuando sintió una caricia en sus cabellos, en otra ocasión se dejaría llevar por la tranquila sensación, sin embargo ahora solo deseaba huir. Miro sus manos sin moverse mucho para no llamar la atención, era hora de defenderse.

—Porfavor, mírame pequeña —Volvió a hablar una vez más.

La niña sintió su estómago revolverse al escuchar nuevamente la distorsión en su voz, cada vez se parecía más a la de su compañero, a pesar de que la alocada idea seguía pegada a su mente se negaba a tan siquiera pensar en una similitud entre ambos. Dejo salir el aire acumulado y apretó sus puños.

—¡Solo mono puede llamarme así! —Grito con su voz algo rota.

A su vez se levantó rápidamente mientras extendía su mano hacia la cara del hombre atacandole con aquel extraño y nuevo poder, el contrario soltó un grito por las quemaduras que le proporcionaban dichas sombras.

El hombre llevo su mano hacia su rostro arrebatando con desesperación cada rastro de lo que se había convertido en baba viscosa y negra, la niña salto de la mano del hombre cuando noto que este tenía planeado cerrarla, agrando sus ojos mientras veía el suelo cada vez más cerca.

Junto sus manos creando otra sombra que pronto se convirtió en una burbuja algo extraña que amortiguó su caída, con rapidez se levantó y corrió dejando aquel hombre atrás quien aún se esforzaba por arrebatar la baba ardiente.

La gravedad parecía no existir en el cuarto, sin embargo esto no parecía afectarle en lo absoluto pues podía correr con facilidad, algo que si afecto fue a su habilidad de saltar, cada vez que saltaba parecía ir más alto. Podría utilizar esto a su favor y huir.

Se detuvo abruptamente al escuchar su nombre siendo gritado aparentemente desde el otro lado de la puerta que parecía llevarla a la salida, agrando sus ojos y una diminuta sonrisa apareció en su rostro cuando reconoció la voz de quien la llamaba con desesperación. Era el chico que amaba.

Tal parece que no fue la única que escucho el singular grito, pues el hombre quien también lo había oído se desespero aún más a tal punto de intentar hablar, sin embargo la flameante baba le impedía siquiera hacer algún gesto en su rostro.

—¡Mono aquí estoy! —Grito algo agitada y emocionada.

A unos pocos centímetros estaba la dichosa puerta , al estar frente a esta tomo algo de aire y se impulso logrando llegar a la perilla, por desgracia antes de siquiera intentar girarla la puerta pareció derretirse formando parte de la pared viscosa.

La niña cayó al piso algo decepcionada y frustrada por su fracaso, volteo su rostro viendo al hombre quien tenía su mano estirada, él había provocado que su presunta ruta de escape se desvaneciera por completo.

Agarro sus cabellos enojada y triste por no haber logrado su objetivo, rápidamente se reincorporo al oír pasos y quejidos atrás de ella, el hombre finalmente había logrado retirar cada parte de la baba ardiente de su rostro. Maldijo mientras se preparaba para atacar nuevamente.