Coincidence, love and danger. [SanSang] San x Yeosang.

Capítulo 4

[Line — Yeosang]

"No exageres tampoco, no me muevo tanto, sólo quería saber si te habían abducido los aliens".

Fue el último mensaje que intercambiaron durante las próximas horas puesto habían dejado entrever que se verían más tarde aunque San estaba más frustrado por aquella altanería de ese perdedor de Wooyoung, ¿quién se creía? Sin darle importancia continuó con el entrenamiento al finalizar, todos los miembros del equipo fueron a las duchas y entre pláticas se preguntaron al capitán como había llegado a su puesto.

"No le preguntes, suele ponerse muy orgulloso de eso".

"Sólo te diré que San no es cualquier tipo con el que tratar fácilmente".

"¿Es un bully?"

Todos giraron a ver a MinGi el nuevo integrante, becado pero que San le tenía respeto ya que era bastante bueno jugando.

"Sí, bueno no sabría decir exactamente pero si lo jodes podría dañarte".

— ¿De qué hablan?

Preguntó el pelinegro saliendo de la regadera con una toalla a la cintura.

— De qué eres un bully.

Wooyoung dijo como si nada, a lo que el capitán del equipo sólo echó a reír y se alejó ignorando las miradas, él no lo era, a veces tenía que dejar en claro a qué lugar pertenecían.

Caminó rápidamente al encuentro de Yeosang, quién esperaba en la entrada de la fraternidad más lujosa del instituto a lo lejos se podía vislumbrar que llovería, el aire fuerte y las nubes grises lo daban por asentado.

Alumnos corriendo de un lado a otro empapados de momento por la llovizna inicial.

— Aquí estás.

Murmuró San buscando estar a su lado.

— Sí, llámame loco pero las tormentas me traen paz. ¿A ti te gustan?

Ambos cruzaron miradas rápidas. 

— Usualmente bebo chocolate blanco caliente y veo algún película o serie. Así que si. 

Un rayo hizo presencia, San inmediatamente protegió ese cuerpo con una de sus manos echándolo hacia atrás, Yeosang parpadeó con incredulidad, el chico de cabellos cortos le había cuidado de su única y sobre todo escondida vulnerabilidad; los rayos.

Pero como era de esperar Yeosang no lo admitiría pues su ego iba cinco pasos adelante.

— Creo que hoy no podremos salir... honestamente no tengo planes. ¿Alguna idea?

Yeosang dijo y encogió sus hombros.

— ¿Qué te parece escuchar música?

— Suena trivial, pero me gustaría, vamos.

El aire feroz los obligó a alejarse en camino hacia la habitación de uno de los dos, pero fue Yeosang quién detuvo su paso.

— Espera.

Sus pasos los guiaron al gran buffet del cuál ambos tenían la posibilidad de pagar en cuanto a gustos caros, optó por llevarse cuatro botellas de soju de durazno y sin más salieron en dirección a la recámara de Yeosang. San un poco confundido accedió a su petición de encaminarse a ésta, los estruendos de los rayos caer eran bastante fuertes y relucían entre las ventanas causando malestar en el chico frente suyo, San no temía de ellos, pero si a la oscuridad. 

— Joder.

Murmuró para sí mismo, de tan solo pensar que los pasillos se quedaran sin luz el pánico se acrecentaba, por consiguiente, ambos se adentraron a la recámara con el número tres, Yeosang pasó la tarjeta en la cerradura magnética y encendió la luz, aunque ya era costumbre hacer reuniones ahí, la lejanía de ambos aposentos era casi de escasos metros si es que no exageraba. Cerró la puerta tras de sí, el frío era notorio debido al clima cosa que Yeosang se percató y encendió la calefacción.