Capítulo 6

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Parte de la mañana de Yeosang no había arrancado de la mejor manera, y el estrés, la presión social sobre el juicio de su padre era tal que sus manos seguían temblando pese a ver dejado a San tranquilo con ese mensaje la verdad es que no se estaba sintiendo bien, involuntariamente la ansiedad lo estaba haciendo pedazos, de segundos parecía perder el foco de su realidad. 

Los mensajes no lo dejaban concentrarse, el salón parecía ser una jaula de la cuál quería escapar, el reloj delante de sus ojos, por encima de la pizarra marcaban las doce y media de la tarde, faltaba bastante para el final de la clase, pero su paciencia se encontraba al límite. Sus ojos marrones vislumbraron una pequeña notificación en su celular que descansaba sobre la fina madera, frunció el ceño al no detallar bien y en un acertado abrir de pestaña se topó con el número desconocido. 

El texto proyectaba una clara invitación por aquel perdedor de Wooyoung, era directo con lo que quería hacer, un juego que ansiaba ganar, Yeosang no lo dejaría pasar por alto. El deseo de sangre parecía correr por sus venas, sentía odio, impotencia, una inmensa sensación de destruir y descargar su maldito peso al ser hijo de los Kang. Con un golpe certero al pupitre, el pelinegro se levantó de su asiento llamando la atención de todos sus compañeros incluido el profesor, con prisa cerró su cuaderno de notas, y salió del aula sin mediar alguna oración fue en busca de su casillero. 

Yeosang resguardó sus pertenencias en ese pequeño espacio, y sin más sus pies lo guiaron a su camino, buscando el punto de encuentro que aquel becado le había pactado. Él mismo sabía perfectamente que el que se enoja pierde sin embargo su ira era tanta que solo deseaba romperle la cara, verlo suplicar y llorar, no permitiría que un don nadie lo subestimara. 

A lo lejos un chico practicaba sus golpes más complejos, debía dejarle en claro a Kang Yeosang que no podía simplemente jugar con él o más importante aún, Wooyoung imaginaba una vida donde Yeosang pudiera sentir algo por él, pero sus clases sociales lo impedían, aunque para su mala suerte recibir migajas lo ponía de mal humor. 

Avanzando sus pasos hacía el parque poco concurrido de la universidad, Yeosang aclaró su cuello hacia un lado, y hacia el otro remangando su camisa, al mirarse buscó mantenerse tranquilo, debía ser más inteligente. Por un minuto pensó que su contrincante no asistiría, todo era puro espamento. 

El sonido de esos pasos y la cara de diversión del otro lo alteraron negativamente, su maldita sonrisa engreída respondía por sí misma. 

- ¿En serio crees que ganarás? Debes volver a nacer para superarme, Wooyoung. 

Una risa burlona escapó de sus labios al analizar la complexión contraria; demasiado delgada y su altura era inferior a la suya. Wooyoung apretó la mandíbula, Yeosang seguía siendo el mismo altanero de siempre, ahora entendía que jamás lograría hacerlo sentir algo por él, necesitaba golpearlo. 

- No eres nadie, acéptalo, no eres absolutamente nada para enfrentarme, pedazo de mierda...

"Ni para gustarte."

Dijo a si mismo el chico de cabellos rojos. 

Acortaron las distancias, desafiándose siendo los oscuros y filosos ojos de Yeosang los vencedores además del primer empujón. 

El de cabellos rojos hizo la misma acción, lanzando sus primeros golpes, pero Yeosang era más hábil en cuanto a ello, en un momento ambos se observaron siendo el azabache en empujar la frente ajena hasta separarse por completo de él, con destreza sometió al chico, los puñetazos eran detenidos por su mano, ágil atrapó la muñeca ajena torciendo y un segundo intento de distraerlo remató con un fuerte golpe de puño contra su mandíbula, esto solo enfureció a Wooyoung, quién rápidamente se compuso de ese ataque. 

Coincidence, love and danger. [SanSang] San x Yeosang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora