Capítulo 7

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- San, sabes que soy un Kang, mi reputación está en juego y no lo arriesgaría así... Debo ser el mejor y deberán arrodillarse ante mí. 

Detrás de esa fachada de inocencia, la verdadera cara de Yeosang era otra. Luego de haber explicado ya con el chocolate a medio devorar, al mismo tiempo que el pelinegro dueño de la habitación número cuatro buscaba alguna respuesta ante su pregunta de minutos atrás. El heredero de la familia Kang sintió un inesperado nerviosismo, aunque lo ocultó tanto como pudo desviando la mirada hacia la fachada del cuarto, ¿realmente estaba interesado en la arquitectura de ese lugar?

La risa de San resonó en aquella habitación, pues la cara de su mejor amigo se había desencajado poco después de reírse, no había duda alguna, detestaba los malditos becados que buscaban hacerlos quedar mal, pues sus apellidos siempre cada día estaban en juego. 

- Sorpréndeme. 

Yeosang respondió regresando la mirada a San al mismo tiempo en el que regresó la muy escasa barra de chocolate a su dueño. 

- Déjame pensarlo. 

Era parte del juego del estudiante destacado por sus notas tan altas y crudeza al decir las cosas, Yeosang se cuestionaba de qué manera su amigo le recompensaría tal victoria. Si bien, la batalla con Wooyoung no había terminado como deseaba; podía proclamarse ganador al resultar ese becado el más dañado y ensangrentado. 

San por su parte luego de mirar lo poco que quedaba de su postre favorito miró a Yeosang quién por alguna extraña razón se ponía nervioso, pasaron mil ideas, pero sabía que debía ser algo significativo para el otro o más bien, que le gustaría recibir por parte de él. 

- Dije que me sorprendas... no que me mires. 

Bufó Yeosang.

- Imposible no mirar cómo te dejaron la cara. 

Atinó a cubrirse el rostro al escuchar a San mencionar los rastros de aquel enfrentamiento. El mismo pelinegro de tez menos clara llevó una de sus manos en dirección a los pocos moretones visibles sin tocarlos directamente si no, solo trazos, frunció los labios. Para ese momento Yeosang mostró sus nudillos lastimados y desistió su acción al instante en que una corriente eléctrica recorrió su espina dorsal, pues si bien, San seguía las formas de los hematomas.

- Pídeme lo que quieras y te lo cumpliré, excepto ir a la luna, eso ya es mucho. 

Canturreó mostrando una sonrisa de medialuna y fue en ese punto que su mirada se posó en los ojos cafés claro, segundos, en espera de una respuesta pues era sincero, San cumpliría cualquier capricho de Yeosang siempre y cuando no denigrara su dignidad ya que la tenía muy establecida. 

- Yo quería que me bajarás las ochenta y dos lunas de Saturno. 

Bromeó aquel chico de rasgos delicados, frunció los labios remarcándose más sus pómulos en una sonrisa colmada de picardía. Las ganas de molestar a San eran más fuertes. 

- Te las bajaré si te sigues defendiendo y le rompes la cara a quién te quiera humillar. 

Fue lo que dijo el azabache ligeramente más alto. 

- Mh... ¿qué puedo pedirte?

Mencionó para sí mismo en una voz lo suficiente audible para ser escuchado, ladeó su cuerpo para un mejor alcance al rostro contrario. Por un instante se perdió en las facciones de San, sus ojos achicados, sus labios, la pequeña nariz sin embargo en su mayor esfuerzo trataba de evadir cualquier distracción más. 

- Masajes, sino quieres partirme la cara entonces al menos déjame sentir tu fuerza así. 

San tenía una expresión de calma, pero esta cambió al oír semejante deseo, la oración de Yeosang lo sorprendió pues pensó que le pediría una cadena de oro con tantos quilates, nada de eso, una sonrisa divertida se alojó en sus labios. 

Coincidence, love and danger. [SanSang] San x Yeosang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora