Capítulo 2 Vol. 1: La Isla, El Joven Y La Chica

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Parte 1


Mirando al cielo que imitaba el color de sus ojos, a la vez que sentía las turbulencias del avión, fue despertando.

El hecho de haber pasado más de un día completo en el avión desde Tokio al aeropuerto internacional de Cagliari-Elmas, hizo que su cuerpo sintiera algo rígido.

Una de las pocas cosas que extrañaba de su vida anterior era la magia, facilitaba tantos aspectos de la vida diaria que lamentaba el tener que esconder sus habilidades mágicas.

Ubicada como un puerto al sur de Italia, Cagliari era una ciudad fundada por fenicios, o al menos eso era lo que decía la guía de viaje.

Pensó en explorar un poco las calles de la ciudad sarda, más no contó con lo absurdamente ajetreado que sería poder circular con la Furaiken, llevaba más de tres horas sentado frente a un oficial del aeropuerto que revisaba sus papeles una y otra vez.

"Disculpe señor, cuando podre irme, llevo mucho tiempo volando y necesito tomar un descanso".

Preguntó Ky cansado al respecto, entendía las necesidades de seguridad mejor que nadie, pero tanto tiempo rozaba el ridículo.

"Tranquilo niño, es necesario, tus papeles son algo recientes, eres adoptado, oriundo japones, pero tu aspecto es el de un europeo".

El hombre parecía sospechar de la procedencia de Ky, sin lugar a dudas era extraño, pero esto era algo que no esperaba.

Desde siempre creyó que su tapadera era suficientemente buena.

"Soy un half, mi madre biológica tuvo que adoptarme legalmente desde la muerte de mi padre y mi madrastra".

"Soy de Francia, pero mis primeros padres murieron en un accidente de auto, y cuando mi madre biológica se enteró de mi situación quiso adoptarme, me mude a Japón, me encuentro en un viaje para devolver algo a un amigo de mi abuelo".

Agregó a su declaración inicial, nunca fue su fuerte, pero deseó con todas sus fuerzas que se tragara su pequeña gran mentira.

Ignorando absolutamente todo lo que dijo el joven, el oficial dejo los papeles, "Todo está en orden" pronunció, mientras Ky suspiraba en señal de alivio.

Una vez finiquitada las exhaustivas interrogaciones a Ky, este mismo salió del aeropuerto rumbo a adentrarse en las calles, después de su vuelo, lo último que quería era estar sentado por lo que opto por ir caminando hacia el hotel.

Al pasar por las calles, notó lo diferente que era las calles de Cagliari respecto a las abarrotadas calles de Tokio, sin tanta gente a tu alrededor, podía apreciarse la arquitectura antigua que reinaba en el área europea.

Algo que notó desde su mundo al nuevo, los europeos tenían una fijación por la arquitectura medieval, sobre todo en materia de las calles, cosa que en su paso por Tokio brilló por su ausencia.

Con eso en mente caminó por las calles buscando un lugar para comer, su hambre estaba matándolo.

Pero la suerte no estaba de su lado.

La mayoría de las tiendas se encontraban cerradas, miró un reloj a través de las vidrieras de una de las cafeterías cerradas.

15:30, marcaban las manecillas, cayendo en cuenta, ¿Cómo diablos pudo olvidarlo?, era la hora de la siesta, Ky supuso que el tiempo con los Kusanagi le hizo olvidar de ese pequeño gran detalle, sobre la cultura del lugar donde nació, o al menos de las áreas más apartadas de las capitales.

Ya sabía que la capital del Imperio, en su mundo, ni en Milán o Roma en este, se acostumbraba esta práctica, pero en los lugares de las periferias capitales o aún más lejanos, si era muy común.

Campione Di Magnolia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora