Capítulo 1. Vol 2: Combate Contra el Diablo

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Parte 1.


Mirando el cielo a través de la ventana del avión, poco a poco se dio cuenta de que estaba por aterrizar.

Por si las ocasionales turbulencias no fueran suficiente.

"Arribando al aeropuerto internacional de Fiumicino".

Escuchó por las bocinas del avión, miraba a todos lados ansioso notando que tendría que bajarse.

También llamado aeropuerto Leonardo Da-Vinci, es el aeropuerto nacional de la capital italiana. Roma

Una vez que todo se calmó, tomó del espacio sobre su cabeza una mochila, la calzó en sus hombros saliendo del avión.

Caminó por el predio del lugar y se detuvo a contemplar la variedad de personas que había por ese lugar.

Una enorme cantidad de personas de distintas etnias que venían desde distintos lugares de todo el mundo.

Mirando como todo estaba tan alborotado, de alguna manera era intimidante para alguien tan recluido como él.

A estas alturas del año, pocos eran los jóvenes de su edad que se erguían en un viaje a estos lares.

Siendo el único el único joven de secundaria en metros cuadrados. Suspiró dejando que todo el cansancio saliera de su cuerpo.

Pasando 12 horas en el avión, su cuerpo estaba aún recuperándose, como si quisiera dejar en claro que necesitaba descansar, su boca dejó escapar un sonoro bostezo.

Con los ojos buscaba un rostro familiar entre la multitud. Pero nada conocido apareció entre sus ojos.

De alguna manera, se sentía decepcionado a pesar de no ser la primera ni segunda vez que esa mujer dejaba entrever que poco que le importaban las situaciones de los demás.

Una grosera actitud propia de aquella persona.

Se sintió tonto por esperar que de verdad cumpliera su palabra.

Era imposible que le estuviera pasando por alto, la persona que él estaba buscando era demasiado sobresaliente para ello.

Su nombre por si solo ya sonaba como si invocaras a la realeza al pronunciarlo: Erica Blandelli.

Con sus dorados cabellos similares a una corona que brillaba sobre su cabeza y su inconmensurable belleza. Mucho más hermosa que cualquier otra chica que Ky conociera, por demás ostentosa y altanera.

De estar aquí, no solo para Ky sería muy sencillo encontrarla, si no que probablemente todos estarían posando su vista sobre ella.

Así de problemática sería esta chica de estar presente.

Tomando eso en cuenta agradeció en el fondo que su pereza le hiciera dejarlo plantado.

Infantil y egoísta como una princesa, con habilidad de jugar con las personas peor que cualquier demonio, siempre todo saldría como aquella señorita lo dictara.

Como esa noche previa a embarcarse en este viaje.


-Eran las 4 am en Tokio, como cualquier persona normal, Ky dormía plácidamente.

Hasta que su abuelo lo despertó, en medio de la madrugada, el viejo hombre apenas podía mantenerse en pie de lo dormido que estaba en este momento.

"¿Abuelo?, ¿Qué ocurre?".

El hombre simplemente le entrego el teléfono de la casa y salió sin decir más palabra, caminaba lentamente hacia a su habitación.

Ky miraba la puerta, desconcertado, aún con los ojos cerrados acercó a su oreja la bocina del teléfono para poder escuchar quien estaba detrás de la llamada.

Campione Di Magnolia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora