The zone

Capítulo 12. The exit.

I wish I was worth
But I know what you deserve
You know I'd rather drown
Than to go on without you
But you're pulling me down

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-Oh vamos...será divertido...solo déjate llevar- seseaba la fastidiosa voz de Maxwell Harlott.

-Max...basta...sabes que no está permitido ...-

Después de que Ana fuera sacada por Roger del privado que había compartido con Julian, había terminado enredada entre las curiosas manos de Maxwell quien -con la soberbia de quién se sabe protegido- intentaba tocarla de forma inapropiada e insistía con aquellas propuestas indecorosas de siempre, pero esta vez había algo distinto en él, algo que definitivamente Ana no había visto antes, una oscuridad profunda en sus ojos que comenzaba a asustarla.

-Dios, que pesada- dijo fastidiado, dejándola levantarse de su regazo, mirándola fijo con aquella expresión soberbia que cargaba siempre en el rostro.

-Basta, Max...vamos a disfrutar el tiempo que nos queda aquí ¿sí? – dijo ella intentando aligerar el ambiente - ¿Qué dices si tú eliges una canción y yo me encargo de lo demás? –

Maxwell sonrió ladino y se levantó de inmediato hacia el pequeño bar que se escondía en una de las esquinas de la habitación, dispuesto a todo con tal de obtener aquello por lo que había pagado...

-Ya que no tengo más opción- dijo riendo mientras colocaba dos vasos sobre aquella barra de mármol, preparando delicadamente un par de tragos -Pero primero, brindemos, preciosa...por esta noche que parece ser perfecta y que sin duda lo será...-

Ana sonrió, a pesar de aquel escalofrío ominoso que la recorrió al verlo sonreír, pero confiando en ella y en que esto no sería más que una noche como otras tantas, se distrajo con la selección de canciones que Max había hecho para la noche dejando que sus ojos cansados recorrieran la pantalla delicadamente sin percatarse de nada más.

-Por nosotros...- dijo Max acercándose a ella y entregándole el trago que le había preparado antes -Y por esta magnífica coincidencia de encontrarnos... que esta sea una noche inolvidable para ambos, Nat...-

Ella sonrió desganada y brindó con él , dando un largo trago al vaso que le había entregado; El sabor de aquel licor amargo -demasiado amargo para ella- resbaló por su garganta y quemó todo a su paso, pero Ana ignoró aquella sensación extraña y decidió continuar con su trabajo, rogando porque al salir de aquella habitación la vida le regalara una oportunidad más de encontrarse con los misteriosos ojos avellanas de Julian.

-Entonces... ¿continuamos? – dijo pícara, Maxwell solo sonrió y la tomó de la mano, guiándola hasta su regazo.

Mientras la música suave comenzaba a sonar y a llenar el ambiente, Ana bailaba delicadamente sobre el regazo del hombre que la sostenía, intentando enfocar su vista cansada en esos ojos claros que la miraban ávidos, pero conforme los minutos pasaban el cuerpo comenzaba a pesarle y se sentía terriblemente aletargada, como si todo a su alrededor se hiciera más pesado y lento.

-M...Max...no, no me siento bien- balbuceó, sintiendo como la habitación le daba vueltas y el estómago se le revolvía .

-Oh no... ¿en verdad? -replicó él con una sonrisita ladina pegada a los labios

-Por favor llama a Damon...no me siento bien...todo da vueltas...- pidió en voz suave.

-Quizá debas solo recostarte un poco...- dijo mientras la tomaba por la cintura y la acomodaba sobre aquel maltrecho sofá que compartían.