6-Jefa

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Despierto colgada de mis manos, duele como un demonio, al frente mío está una chica con un fierro en mano, ve que despierto y me golpea muy fuerte en mi abdomen.
Siento como mi cuerpo se retuerce del dolor y me cuesta respirar.

-No intentes escapar o te arrepentirás.- me mira fríamente.

Me doy cuenta de que estoy en una habitación oscura y que no tengo ni idea de cómo llegué aquí.

Intento recordar lo que sucedió antes de perder el conocimiento, pero mi mente está borrosa y no puedo concentrarme.

Me agarra del cabello y me obliga a mirarla a los ojos.

-Por qué disparaste.

-No sé de qué estás hablando.- respondo con dificultad tratando de liberarme de su agarre.

Ella aprieta su agarre en mi cabello y me dice con voz amenazadora.

-No me mientas sé que alguien te envió para espiarnos, quiero que me digas quién fue y por qué lo hizo.

Trato de explicarle que ella se está equivocando, que no sé nada de lo que está hablando, pero ella no me cree y continúa interrogándome. Me doy cuenta de que estoy en una situación peligrosa y que necesito encontrar una manera de escapar antes de que sea demasiado tarde.

-Me puedes decir a quién le disparé?.

-Lo dejaste en la calle con un disparo.

-Ese fue el tipo que tenía cara de depravado, él me iba a matar o violar, todo fue en defensa propia, además ni siquiera lo maté.

-Apareció con un disparo en su cabeza y otro en su abdomen.

-Qué?, yo solo le disparé en su abdomen, luego de eso corrí, no lo entiendo, te juró que no sé que pasó.

-Mientes.- me da con su puño en mi rostro.

Siento el sabor a sangre en mis labios.

-Sabes qué, matame, me da igual todo, Soy Fiorella Marchetti y no le tengo miedo a la muerte.- hablo decidida.

Deja caer el fierro y me hace caer al piso para desamarrar mis manos, apenas me sostengo en pie y ella me ayuda a sentarme.

-Lo siento.- se arrodilla ante mí.- No sabía que usted era una Marchetti.

-Soy la hija bastarda.- sonrío limpiando mi sangre.

-Mierda casi la cago, si quiere matarme lo voy a entender.- sus ojos muestran miedo.

-Tranquila chica, te perdono si me enseñas a pelear y a moverme entremedio de la mafia, soy nueva en esto y una mano estaría bien.

-Yo y mi banda estamos a su completa disposición.- besa mi mano.- Soy Alba.

-Encantada Alba, me podrías traer un poco de hielo.- pongo las manos en mi abdomen.

Corre hacia afuera de la sala.

No puedo llegar a imaginar cuanto poder tiene el apellido Marchetti, es muy divertido lo que acaba de pasar.

Aparece con hielo, una tasa de té y una pastilla.

-Esto le hará muy bien.

-Gracias, era de tu banda el chico depravado?.

-Sí, fue un estúpido al querer hacerle daño a usted.

-Lo raro es que yo no lo maté.

-Por qué dejó su arma?, pudimos detectar sus huellas.

-Tuve miedo, solo corrí, soy nueva en Italia, así que necesito que me enseñes absolutamente todo, debo hacer negocios por fuera de mi padre, él no se debe enterar.

-Le doy mi palabra.

Me despido algo adolorida, lo importante es que estoy viva.
La única forma de que ese sujeto haya muerto es que Dante se haya encargado de él, nada tiene sentido, él no es un asesino no tiene cara de serlo, pero sus palabras de te voy a proteger siguen retumbando en mi cabeza y no dejo de pensarlo.

Pido un uber y este me lleva a la mansión, entro sigilosamente, parece que todo ha ido muy bien ya que se escucha como celebran.

Me voy directo a mi cuarto pero en mi cama me encuentro a ¿Beatrice?, está sentada, me ve y corre a abrazarme.

Me sorprendo un poco.

-Estás viva.- me toma la cara.

-Sí sí, pero no entiendo.

-Tengo un conocido en la banda de Alba y supe que ellos te tenían, pero estas bien gracias a dios.

-Me golpearon un poco pero estoy viva, el apellido Marchetti tiene mucho poder.

-Alba es una chica ruda, muchas veces le ha hecho ciertos encargos a tú padre, por eso tienen un respeto mutuo.

-Qué clase de encargo?.- me quito la blusa que traigo puesta, su cara es de susto al ver la fea marca roja que tengo.

-Te dieron duro eh, Alba fue muchas veces la sicaria de tu padre, sus manos están muy manchadas, aléjate cuanto puedas de esa banda.

-Ya es tarde.- trago saliva.

-Por qué lo dices?.

-Ella será quién me ayude a meterme en esto de la mafia, me dio su palabra, su banda está a mi disposición, básicamente soy la nueva jefa.

-Vas a acabar muerta, no quiero ser la chica que dejará todos los domingos rosas rojas en tu tumba.

-Tranquila que nada malo me va a pasar y si me pasa prometo dejarte todo lo que gane a ti.

-Idiota.- me lanza una almohada.

-Ay.- me quejo.- Cómo entraste?.

-Mi padre aun conserva la llave de la puerta trasera, así que se la tomé prestada sin que se diera cuenta.

-Que buen truco, pero ahora te vas a quedar acá junto a mí, no quiero que nadie te descubra, hay muchos chicos borrachos por la mansión, están celebrando la victoria que tuvieron.

-Yo acato sus ordenes jefa.

Sonrío y me voy a la ducha, dejo que el agua fría caiga por mi cuerpo, se supone que esto ayudará a que mi cuerpo esté mejor mañana.
De pronto siento una extraña sensación, es como si Dante me estuviera mirando con esos ojos tan bonitos, suspiro cansada. Solo me estoy ilusionando con un chico que es raro.

Me seco el cuerpo y me pongo mi pijama, la encuentro acostada bajo las cobijas, me gano a su lado, nos ponemos a ver una película.

Espero que mañana sea un día mejor, me encantaría poder verlo a él nuevamente, sentirlo serca y probar esos labios, debo investigar quien es.

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Nada de esto está bien!!

Alba en multimedia!!!

MALA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora