Los mestizos prohibidos

Capítulo once

Segunda prueba del torneo

—Apuestas hagan sus apuestas—

—Vamos Theo apostemos—

—Bien linda ¿por quien?—dijo Fred

—¿Como le dijiste Weasley?—

—Aaaaa — dijo sonriendo nervioso

—Calma Theodore,solo fue amable ¿no es así Fred?– el solo se limitó a asentir

—Bien,apuesto por Diggory—

—Yo por Harry—saqué el dinero pero el me detuvo

—No,yo pago lo de los dos—dijo dándole el dinero a Fred para después continuar caminando

—Así no cuenta Theo—

—Mientras yo esté contigo no vas a pagar nada—

—Soy un Malfoy tengo dinero—

—No es de mi importancia tu dinero,pago yo y fin de la discusión,¿quedó claro?—

—Si Nott—

—Bien—me dio un beso corto y nos dispusimos a ver cómo se sumergían al agua

—¿Y ahora que?—pregunto Zabini

—Nada solo esperamos a que salgan—

—¿Es todo? Podría hacer cosas mejores con mi tiempo—

—¿Como que? ¿Coquetear con Pansy?—

—¿Qué tienes contra Pansy?—

—No es de su importancia imbeciles mejor terminemos de ver esto—

[...]
—¿Entonces si puedo usar su salón?—

—Si Lilith,solo no rompas nada,el joven Riddle también estará ahí estudiando,no se maten-

—Pide cosas imposible Severus—

El sonrió de lado y se marcho por el pasillo

.......6:30 pm

Entre al salón de pociones con varios libros,me gustaba el silencio y en la biblioteca no había lo suficiente considerando que algunos no paraban de hablar en voz baja

Una mesa larga,supuse que cualquiera de los Riddle guardaría silencio y mantendría su distancia así que me senté hasta el fondo,poco menos de 10 minutos la puerta se abrió cerrándose con fuerza

—Lo siento ,no quise hacer tanto ruido—

Alce la mirada y vi que Mattheo tomaba asiento dejando caer su mochila sobre la mesa y sacando sus libros para leer,nadie dijo nada después,estudiamos.

N.Theodore

Me encontraba acostado en el sillón de la sala común boca abajo

—¿Por qué tan triste amigo?—dijo Blaise llegando junto a Draco y Tom

—Lilith se fue a estudiar sin mi—

—¿Por qué?—

—Le dije que yo ya había estudiado suficiente y ella prefirió ir sola a el salón de pociones para que no la distrajera—

—¿Salón de pociones?—dijo Tom alzando ambas cejas y riendo un poco

—¿Por qué hiciste esa cara?—

—¿Qué cara?—continuó riendo y me puse de pie frente a él

—Esa estupida cara,¿que hiciste?—