lost feeling ✮ daerin

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El domingo llegó, Haerin se despertó y agarró su teléfono, tenía mensajes de Danielle invitándola a su casa para celebrar su cumpleaños. Haerin solo sonrió por la hora en que le había enviado dichos mensajes, muy temprano para ser verdad.

Haerin le envió un mensaje preguntando quién iría, a lo que su amiga no tardó en responder y le contestó.

–Baby, no tienes que temer ¿okay? Solo estarán mis padres y algunos de mis nuevos amigos que ya conoces. No son demasiados, solo son pocos a los que quería invitar. Te esperaré ^^.

Vaya...

Haerin solo miró el mensaje y se fue a la cocina para desayunar.

―Buenos días cariño― dijo su madre dándole un besito en la cabeza. ―Buenos días mamá― sonrió viendo a su mamá.

―Hoy es el cumpleaños de Danielle, ¿Cierto?― se sentó al lado de su hija.

―Si mamá, puedes ir también, Dani dijo que quería verte.

―Iré solo un rato cariño, tengo una cita pendiente con tu padre― le guiñó el ojo ―Está bien― se empezó a reír con su mamá.

Haerin terminó de desayunar y se fue a su habitación para bañarse. Después de eso, salió y se quedó media hora viendo que ponerse, no sabía que elegir, quería estar presentable para su amiga, ¿no?

Después de un largo tiempo en decidir, ya estaba lista. Aún no se mostraba convencida, pero que más daba. Bajó las escaleras mientras en sus manos llevaba el regalo de Danielle.

―Pero que hermosa eres hija, igualita a tu mamá― dijo su madre riendo.

―Gracias mamá― le dedicó una sonrisa de esas que siempre le daba a su madre.

Muy linda.

Bueno, vámonos que se hace tarde.

El camino era tranquilo, pero por alguna razón Haerin se sentía nerviosa, así que solo se centró en que vería a dani, vería su maravillosa sonrisa que tanto le gustaba.

Llegaron después de media hora y por fuera la casa tenía algunos globos de color lila, muy bonito.

Tocaron el timbre y la puerta se abrió, dejando ver a una chica sonriente.

Haerin se quedó congelada, estaba tiesa amigos.

―¡Hola señora Kang!― la chica se lanzó a la mamá de su amiga y la abrazó.

―Querida, ¡Te vez hermosa! Feliz cumpleaños― dijo devolviendo el abrazo.

Haerin estaba detrás de su madre escondida como toda introvertida que era, pero ¿con Danielle? sí ya la conocía desde hace mucho, no entendía porque se sentía así. Y es qué, se miraba radiante ante sus ojos, ese vestido azul con florecitas, el cabello largo, decorado con unos clips de estrellitas a los lados.

Diablos... Definitivamente se había quedado sin nada que decir.

Su madre se separó de Danielle y entró a la casa, dejando a Haerin afuera con su amiga.

No le salían las palabras, pobrecita.

―¿Qué te pasa Kang Haerin? Se dijo a si misma.

―H-hola Dani unnie― dijo nerviosa para después voltear a verla. ―¡Hola Haerin!― gracias por venir, te estaba esperando a ti. Danielle se acercó y la abrazó, pues la menor parecía una estatua.

Se percató de que estaba siendo abrazada por su amiga, así que volvió al mundo y, con todo el valor que tenía, devolvió muy fuerte el abrazo.

―Gracias a ti por invitarme unnie, feliz cumpleaños― susurró aún con Danielle abrazándola.