✔ « Capítulo Tres. El destino toma la vida de un dragón. »

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Después del celo, Otto no pudo poner sus manos sobre Aegon, este estaba siempre acompañado y no podía tener un momento a solas con su nieto, y fue un alivio, se sintió libre

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Después del celo, Otto no pudo poner sus manos sobre Aegon, este estaba siempre acompañado y no podía tener un momento a solas con su nieto, y fue un alivio, se sintió libre.

Jace ingresa a la habitación de su abuelo, dos lunas llenas después de su celo. Había hecho una promesa, juro su amor y lealtad a un omega y caminó decidido hacia su abuelo.

—Jace —sonríe Viserys —Mi nieto, que te trae por aquí

—Abuelo, quiero pedirte la mano de Aegon, hacerlo mi esposo y mi omega

—Él te ama —sonrió —Eso lo sé, serán muy felices juntos

Un omega sabe cuándo traerá vida al mundo, lastimosamente, también hay forma de que otros lo sepan.

Aunque Aegon no está enterado del pedido de Jace, lo espera, sabe que no pueden adelantarse a nadie. Mucho menos a los planes de Otto.

Es esa misma tarde cuando la mirada de Otto Hightower cambia sobre Aegon, es cuando se da cuenta de que hay algo en el que cambia. Es la realización de su nieto embarazado, sabe que en su vientre lleva una criatura.

—Eres una ramera

—No puedes tocarme, no ahora y no nunca más —Otto se acercó a él —No puedes tocar a un omega embarazado

—Nadie más lo sabe, ni siquiera tu alfa —lo golpeó en el rostro, haciendo que su rostro volteara —Traerás al mundo a un bastardo —lo miro a los ojos —Eres igual a tu hermana

—Fuera de aquí, déjame solo

Otto estaba enojado, se había enterado del pedido de Jace y ahora sabía que el omega estaba embarazado, la doncella detrás de Hightower lo miró a los ojos, sorprendida y pudo verlo, vio el destello de fuego en sus ojos.

No dirigido a él, sino dirigido a Otto.

Finalmente, Otto volvió a golpearlo, sabía que lo haría, pero esta vez intentó golpear su vientre con el látigo y supo que debía hacer algo

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Finalmente, Otto volvió a golpearlo, sabía que lo haría, pero esta vez intentó golpear su vientre con el látigo y supo que debía hacer algo. Camina por su habitación y todo lo que ve le repugna, el color y las paredes, cortinas y hasta su ropa de cama es verde, lo odia.

3. De Sangre Targaryen. (Jacegon/Lucemond/Pareja Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora