II

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Nikola no había vuelto a presenciar lo que era la soledad después de su primera muerte. Desde que su alma había sido llevada al Valhalla para pelear en el Ragnarok, estuvo rodeado de brillantes contribuidores al desarrollo humano como lo fueron Marie Curie o Thomas Edison. Durante el combate, llegó para quedarse su hermano mayor Dane y después de la victoria humana, cuando milagrosamente regresó del Niflheim, Qin Shi Huang se le había acercado.

Göndul siempre estaba con él cuidándolo, la joven Valquiria se había encantado con el científico, y Qin Shi Huang lo visitaba todos los días.

El emperador solía estar casi todo el día en su laboratorio, mirando sus experimentos, escuchándolo hablar de sus locas ideas y aprendiendo de la vida desarrollada que nunca tuvo la dicha de conocer. Yíng Zhèng estaba impresionado con los inventos que la humanidad aprovechó, sobre todo, el uso de la corriente alterna que Nikola presumía como su mayor y más importante contribución a la humanidad.

-Sólo de pensar en lo mucho que la radio nos hubiera servido. -Qin suspiró con ensoñación-. ¿Sabes lo tardado que eran las noticias y avisos a través de cartas?

-Bueno, en mi tiempo, todavía se utilizaban cartas, pero era más fácil y rápido enviarlas y recibirlas. -Nikola respondió mientras escribía algo en un bloc de notas.

-Pero no era lo mismo esperar incluso meses.

Nikola se rió.

-Deberíamos invitar a Simo Häyhä a nuestras reuniones -dijo Zhèng-. Tengo entendido que había más invenciones en su tiempo.

-¡Ah sí! -Nikola se incorporó del escritorio donde estaba escribiendo-. En realidad tengo mucho que preguntarle.

-¿Sabes qué podrías hacer? -Qin se le acercó-. Podrías inventar un aparato que permita comunicarnos fácilmente entre nosotros los Einherjar. Algo así como el que usan los dioses y Valquirias. Pero único.

Göndul quiere decir que si ese era su deseo, podrían recurrir a su hermana mayor para hacerlo realidad, pero Nikola se ve entusiasmado con ello.

-Oh, me gusta la idea. -Nikola asintió convencido-. Un aparato que sea de fácil uso para todos los demás, especializado y durable.

-Con que nos permita hablar, es más que suficiente. -rió el emperador.

-Bueno, sí, por ahora estoy en un proyecto más importante. -Nikola se levantó y se acercó a su gran pizarra-. Y ahora que estás aquí. Es más fácil empezar a hacerlo.

Qin y Göndul lo siguieron sin problema hasta su gran pizarra, dónde Nikola había tomado un marcador y comenzado a escribir cosas que el chino no entendía y la Valquiria sólo se dedicaba a observar sin perder detalle.

Cuando Yíng Zhèng se quitó la venda para leer lo que Nikola estaba escribiendo, entonces sus ojos pigmentados de un cielo nocturno adornado de estrellas observaron cada una de las letras escritas, sus labios se entreabrieron para decir algo, pero está tan halagado, que no puede soltar ni un suspiro.

Göndul abrió los ojos para leer y decir lo que el emperador no podía.

-Un brazo para el señor Qin Shi Huang...

Qin Shi Huang se había demorado un largo rato tratando de acostumbrarse a la pérdida de un miembro funcional de su cuerpo, por un momento incluso, se sintió inútil. Había regresado a esos momentos en los que tendría que ser torpe para poder ser funcional y provechoso.

No culpó a Hades, al final, el rey del inframundo le quitó un brazo, pero el emperador le arrebató la vida. Ambos hicieron las paces, entendían sus motivos, se llevaban muy bien y uno tenía que salir victorioso de ese combate. En Hades, Yíng Zhèng encontró a un compañero, un confidente, un amigo, un alma que en vida disfrutó también.

˚✧·𝐀 𝐥𝐚 𝐨𝐫𝐢𝐥𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐫 ·✧˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora