¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𓆩 ♡ 𓆪
𝐏𝐄𝐃𝐑𝐈𝐆𝐎𝐍𝐙𝐀́𝐋𝐄𝐙𝐍𝐎𝐄𝐑𝐀𝐀𝐌𝐈𝐆𝐎 del estrés.
Por mucho que le gustara vacilar, siempre había sido un chico calmado, tranquilo, generalmente paciente. Tan solo tenía dieciocho años cuando debutó por primera vez en el club de sus sueños, por no mencionar sus primeras participaciones en la Selección Española, donde Luis Enrique lo escogió como titular indiscutible a pesar de su corta edad; sabía cómo gestionar los nervios, y, para su buena suerte, aquello lo había ayudado a cultivar su carrera.
Al canario no le gustaba pensar en ello—prefería enfocarse en mejorar cada día en lugar de recordar sus virtudes—, pero lo cierto era que todos y cada uno de los entrenadores que había tenido a lo largo de su vida le habían dicho que, debido a aquel don, su control en el campo siempre sería impecable.
Quizás podía atribuírselo a la magia del balón, o tal vez a las enseñanzas de sus padres y su hermano, a quienes les debía todo lo que era. De cualquier manera, solo sabía que lo más parecido al estrés que había sentido en su vida era la adrenalina; a lo mejor algunas gotas de ansiedad salpicadas por aquí y por allá, sobre todo durante las primeras ocasiones en las que le había tocado hablar frente a las cámaras, pero nada más.
