XI

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Jueves, 9:20am

Me desperté porque no me sentía tranquila, pude dormir algunas horas ya que me tome un jarabe para dormir que tenía Bill, me quedé viendo el techo ya que no podía moverme mucho por Tom que me tenía como un oso de peluche, pero él tampoco estaba dormido.

- No sé si preocuparme ó ponerme celoso que estas viendo más al techo que a mí - Ese comentario me hizo reír y me acomode para abrazarlo - Digo, yo estoy más guapo que el techo.

- No, efectivamente el techo esta mejor - Él Chasqueo la lengua fingiendo estar enojado y yo le di un beso en el cuello ya que era la única parte donde le podía dar un beso.

- No besos porque se me para el sin hueso - Ambos reímos y lo abracé más.

- Tom... - Hubo unos segundos de silencio - Gracias

- ¿Por qué agradeces?

- Porque me cuidas y siempre piensas en mi bien - Comencé a jugar con sus trenzas - Nadie había hecho eso por mi hace muchos años, desde que murieron mis abuelos nadie lo había hecho.

- ¡Mi reina! - Me agarro algo fuerte de la cintura, me alzó para quedar encima de él, yo me recoste sobre su pecho - No debes agradecer, sabes que lo haría sin dudarlo porque te amo - Sonreí y me levanté - ¿A dónde vas? - Sonreí de lado mientras le bajaba el pantalón de pijama - ¿Qué haces?

- Digamos que te ganaste un viaje a las estrellas - Él cerro los ojos al sentir mi dedo pasar sobre su bóxer y acariciando su entrepierna, poco a poco fui bajando su bóxer, lo agarré para comenzar hacer pequeños movimientos con mi mano, él ya iba agarrarme pero me aleje - No puedes tocarme, solo disfruta - Metí su miembro ya erecto en mi boca para darle placer, comencé a escuchar como comenzaba a suspirar y gruñir por el placer que le acusaba.

- Mierda Ali - Al escuchar eso aumente mis movimientos cosa que él era el que se aferraba a las sabanas y agarraba mi cabello para que no me molestara - Más... No te detangas - Le hice caso, cambiaba de movimientos para estimular más, hasta que después de unos minutos se vino en mi boca - Tragatelo - Me veía serio pero sabía que se estaba aguantando las ganas de tocarme, lo obedecí y él sonrió - Te ves tan hermosa ahí abajo - Se subió el bóxer y el pantalón.

- Yo en cualquier posición me veo hermosa - Sonreí para luego abrir la puerta y ver a Dorian viéndome con cara de asco.

- Asco - Sacudió su cabeza y comenzó a caminar.

Bajé las escaleras para ver a Gustav, él estaba sentado en el banco de la barra que dividía la cocina con el comedor. Él hizo un movimiento con la cabeza en modo de saludo.

- Buenos días Gustav - Sonreí mientras iba a la cocina.

- Buenos días, ahí deje café por si quieres.

- ¡Genial! - Dije emocionada - Anoche el café que hiciste me encantó - Vi como sonrió, bajo la mirada y en eso baja Georg, nunca tuve la oportunidad de hablar bien con los dos.

- Buenos días muchachos - Gustav y yo hicimos un movimiento con la mano mientras él tomaba café y yo me servía de éste en una taza - ¿Durmieron bien?

- Si - Dijimos al unísono.

- Anoche vimos Tom y yo una familia de pajaritos en su nido - Sonreí -

- Que bien, yo no pude dormir muy bien - Comentó Georg - No calcule el tamaño de la cama y me caí - Reí pero Gustav no.

Bajaron Bill y Tom, ambos desarreglados, Tom me vio con esa mirada que te daba a entender que lo que empecé él lo iba acabar, yo me sonroje y solo bebí de mi café.

¿What is Love?  Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora