Amor después del mundial

Faltó un beso en Barcelona

Nota: capítulo inspirado por la canción "Un beso en Madrid" y le dedicó este capítulo a @nannanstea quién compartió esta hermosa canción ToT

La mañana siguiente Andrés miraba el techo en completo silencio, Robert había ido a desayunar por su cuenta. El argentino no tenía hambre ni ganas de salir, recordaba algo de lo suscitado de la noche anterior sumando que no soltaba en absoluto la prenda de Guillermo — Se que pasó algo más, pero Robert... no quiere decirme — susurró para sí mismo. Su mente divago hasta los días en España, cuando conoció en esa noche a Guillermo Ochoa. Una sonrisa salió de sus bonitos labios que llevó la chamarra de aquel alfa hasta su rostro, aspirando su olor. Su corazón latía de felicidad y recordaba que con él todo era diferente, tan natural, jugando a que podía leer su mente sin saber que era verdad. Guillermo leía sus ojos que eran la ventana a su alma, sentir la calidez de su sonrisa, su forma de hablar y como lo había defendido de Francisco hizo que cayera rendido a sus pies.

Y estando en Barcelona, algunas veces soñaba con ese momento en donde ambos si unían sus labios, compartiendo todos sus sentimientos sin importarles nada más. Posiblemente todo hubiera cambiado ¿Cierto? Hubiera sido el detonante perfecto para tenerlo en estos momentos a su lado, pero su abu lo había educado bien.

No podía decepcionar a su abuela.

Soltó un largo suspiro para ir a la ducha ya que tenía que ir directamente a los entrenamientos previos del partido, su mente no pudo evitar soñar que estaría ir Guillermo, animándolo para salir vencedor y ser campeón del mundo; sin querer ambos se despidieron en esa tarde lluviosa donde se confesaron sus sentimientos a través de una bonita flor color rosada, abrazándose y conformándose de ser simples amigos, aunque su corazón sufriera por ello. Añoraba esos días en España, donde de forma sutil se miraban y rozaban sus manos con la excusa de sentir la calidez del otro. Donde disfrutaban de sus olores mezclando cuando estaban juntos o cuando Guillermo le ayudaba a ser más social, a disfrutar más de la vida de una forma sana.

¡Oh aquellos días soleados que amaba!

Pero ahora estaba roto, nada lo salvaría y estaba viviendo en un silencio roto con Robert, donde los relámpagos caían en la oscuridad y con el corazón roto, imaginando muchos escenarios donde ambos se casarían con sus respectivos destinados. Ahora solo jugaban con aquel balón en un mundial vacío, fingiendo ser la pareja que no son. Parece solo días y va varios meses que han llorado. Ambos estaban bien de alguna extraña manera, aunque todo se volvía oscuro cuando empezaban a extrañarlos, siempre los iban adorar. Ahora sentían que nada los iba a salvar.

Llegó al estadio fingiendo la misma sonrisa de siempre, jugando con el equipo y notando como el estadio se iba llenando de los aficionados que su país y del equipo contrario, Francia — Joder boludo, jugará Mbappé... tener cuidado por favor — Andrés solo palmeó la espalda de su amigo, notando la seriedad en el rostro de Emiliano

— Tenes un ex algo intenso — Fue lo único que mencionó el delantero antes de continuar con el calentamiento hasta que recordó algo que le hizo sonreír un poco más divertido, aunque una idea tanto vaga cruzó por su cabeza — Vos preferís a Lionel Messi, apuesto una copa a que es verdad — El rostro de Emiliano era un bonito poema, sonrojado, llenó de nerviosismo que prefirió ignorar a su capitán que reía divertido ante lo obvio. — Vamos boludo, admite que te gusta un poco el pibe —

— Si lo hago, cambiamos de tema... — Cuccittini sonrió de manera inocente — Un poco... — respondió el portero para alejarse de inmediato de su amigo, que estaba a nada a empezar a molestarlo con aquel tema. Andrés miraba a su amigo un poco inquieto que se perdió en sus pensamientos en aquel momento hasta que Mauro Scaloni le pidió regresar a los vestidores ya que el partido iba a iniciar y por última vez, escaneó todo el estadio, dentro de él vivía la esperanza de que Guillermo estaría ahí.