Llévame de vuelta a la noche en la que nos conocimos.

80 7 3
                                    

En estos momentos se vivían los primeros partidos de cuartos de final. Sin duda alguna que los octavos dejaron con mucha emoción, algunos países lo dieron todo para remontar, pero solo 8 selecciones siguen vigentes y entre ellos México, que se postulaba para ser el favorito.

México vs Alemania

Argentina vs Portugal

España vs Marruecos

Brasil vs Polonia

.

.

.

— ¿Qué pasa Andrés? Te notó raro desde el partido contra Francia — Preguntó Robert. Andrés lo miró por unos segundos para volver a bajar su mirada a su comida, habían decidido salir a desayunar solos. Tanto que decirse — Esta bien... no me digas, solo espero no sea nada malo —

— Tuve un tipo de encuentro con Lionel y bueno, me ha tenido tenso — Robert alzó ambas cejas y dejo se comer para prestarle atención al otro jugador que mordía su labio inferior un poco nervioso — Me animó a salir al partido y en pocas palabras, me pidió ganar para seguir en México y ver a Guillermo... ¿Qué se supone que deba entender? — dijo algo frustrado mientras cruzaba sus brazos algo inquieto y Robert quedó igual, confundido.

— Vamos al partido de México ¿Te gusta la idea? Tal vez ahí, puedas entender sus palabras... — Sugirió el polaco y Andrés por más que quiso disimular su emoción, sus ojos fueron los que confesaron así que no pudo evitar reír un poco. Pero su pecho sintió una leve punzada, lo quedaría por tener a Gavira de esa forma. Tan lejos, pero a la vez tan cerca.

Del otro lado de la ciudad Francisco estaba nervioso por este partido, pero al mismo tiempo feliz, quería ganar este partido así que provechó para citar a un amigo de confianza a desayunar así que verlo sentado jugando con su celular en aquella cafetería le hizo olvidar por un momento el fútbol — Buenos días... ¿Te hecho esperar? — preguntó y el acompañante simplemente sonrió divertido mientras negaba. — Bien... gracias por venir, realmente quiero tener un buen momento antes del partido de hoy —

— ¿Nervioso? Tranquilo Francis, todo irá muy bien, solo enfócate y que tu lindo cachorro sea tu motivante —

— Hablé con sus padres... irán apoyarme y les pedí que vistieran a Mateo con un uniforme mío, no sé, cada vez crece más y se parece más a mí... no sabía que quería hijos hasta ver sus ojitos igualitos a los míos — Su tono cambio a uno de emoción y el mesero, les trajo un par de cafés americanos junto con un poco de fruta en lo que terminaban de escoger el desayuno.

— Aún no entiendo nada de eso ¿Sabes? ¿Podrías al menos, ponerme al corriente? ¿Cómo fue que te aplicaron un hijo? — Preguntó el amigo y Francisco solo lo miraba con una de sus cejas alzadas — Te juro que no es para publicar, si quieres evita sus nombres... Entiéndeme es todo confuso y se supone que somos amigos —

— Bueno... sabes que te aprecio un chingo así que no hagas que me arrepienta después ¿Quedó claro? — El amigo sonrió feliz que para comodidad de Francisco decidió apagar su celular frente a él, provocando que ambos se miraran a los ojos ante esa pequeña confesión que le haría — El pedote fue este... Sus padres de Mateo, los conocí por unos amigos en común ahí en el Barcelona. Bueno... Andrés tiene que ver un poco ¿Sabes? Resulta que se enamora del alfa y pues ambos empezaron a llevarse bien y el esposo omega pues no le agradó aquella interacción ni a mí para serte sincera... Ambos se enamoraron y no me pareció justo, jamás había visto a Andrés brillar como lo hacía con ese alfa... — Suelta un largo suspiro mientras hacia una leve mueca — El problema esta es que tanto el omega y yo, en un arranque nos acostamos y por poco lo marco. Su esposo y Andrés se enteraron ya que fueron a mi casa a buscarnos, no sabía que quedó embarazado de Mateo hasta que llegué un día a México y en plena fiesta, ahí estaba ese cachorro y me sueltan la bomba ¡Imagínate el pedote! Pero resulta que Andrés sabía todo e iba ser padrino de mi bendición, pero yo... le aplique un contrato al alfa para que estuviera lejos de Andrés, ama mucho a Mateo así que me aproveche de ellos, pero ahora... —

Amor después del mundialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora