Muchacho de los ojos tristes ¿Por qué te vas? Parte II

97 9 36
                                    

Ni una simple sonrisa
Ni un poco de luz en sus ojos profundos
Ni siquiera el reflejo
De algún pensamiento que alegre su mundo
Hay tristeza en sus ojos
Hablando y callando y bailando conmigo
Una pena lejana
Que llega a mi alma y se hare cariño... (Jeanette - El muchacho de los ojos tristes)

¿Han escuchado historias donde se regresa de la muerte? Se podría decir que Andrés es un caso, donde Lionel juró escuchar un latido en su corazón alarmando a todos los especialistas de la salud y aunque aquel omega no quería alejarse tuvo que ser sacado de la habitación, los latidos era más que claros pero el cerebro no reaccionaba de forma normal, no recibía suficiente oxigeno que tuvieron que conectarlo a un respirador.

− Solo hay una esperanza y depende de él, no podemos hacer nada más... − fue lo único que mencionó el médico antes de retirarse de aquel pasillo sombrío notando las miradas de todos, era lo más doloroso de ese campo, dar las malas noticias y aunque llevaba años en ello jamás podría olvidar el temor en esos ojos, la esperanza de que algún momento despierte.

.

.

El muchacho de los ojos de tristes, lo único quería es amor y no pudo encontrar una razón para que su mirada brillara, vive solo y necesita amor. Andrés solo miraba aquella oscuridad y pudo jurar que esos gritos provenían de Lionel, pero era imposible, él lo odiaba por todo lo que hizo y aunque jamás se involucro de forma física con Guillermo le robó todos sus pensamientos, corazón y sentimiento.

A veces se preguntaba ¿Por qué su sonrisa despertó aquellos sentimientos que guardó desde hace algún tiempo? Bajo un candando y en un cajón ¿Era el peor amor que habría conocido? – De ningún modo... − respondió con sus mejillas sonrojadas, sonriendo un poco al recordarlo. Un amor que para él era perfecto que no podría olvidarlo, aunque hubiera estado con desconocidos varias noches, simplemente no podría olvidarlo por más que se esforzaba.

– ¿Por qué Dios me hizo encontrarme con mi destinado? – preguntó pero no obtuvo la respuesta, solo cerró los ojos sin decir nada más.

Ya no más dolor

Ya no más falsas esperanzas

Messi sentía una gran culpa por todo lo que había pasado y sentía la ira de Guillermo sobre de él, evitaba mirarlo mientras Robert simplemente observaba aquella pared sin ninguna emoción ni hablar de Xavi y Carles que se apartaron del grupo para poder llorar en privado y estas alturas la final era lo último que deseaban – Solo quiero hablar con Andrés... quiero cocinarles sus milanesas... – Xavi abrazó con fuerza a su esposo para calmarlo con su olor.

El muchacho de los ojos tristes
Vive solo y necesita amor
Como el aire necesita verme
Como el sol lo necesito yo
El muchacho de los ojos tristes
Ha encontrado al fin una razón
Para hacer que su mirada ría
Con mis besos y mi gran amor

Carles solo miraba como Guillermo no se despegaba de aquel ventanal llorando por ver a Andrés en esa situación, fue inevitable que ver era un gran culpable de esa situación. Se acercó para tomarlo de las solapas de su camisa y mirarlo con enojo − ¡Él estaría jugando ahora! Si jamás te hubiera conocido, mi pequeño no merece esto ¿Por qué? ¿por qué jugaste con mi pequeño? – expresó entre lágrimas el español mientras era jalado por Xavi, aunque no tenía éxito.

Guillermo solo podía escuchar aquellos reclamos y su cerebro viajo a esa noche donde se conocieron en el baño, ni siquiera conocía su nombre y deseaba encontrarse con él para disculparse por rechazarlo – Jamás jugué con él... en verdad me enamoré de Andrés, jamás dimensione que pasaría todo esto. Aceptó toda la culpa, aceptó todo su odio, aceptó sus reclamos, aceptó la culpa de este momento... Si pudiera dar mi vida por la de él, no dudaría en hacerlo. – Ochoa se alejó poco a poco de él mirándole con sus ojos cargados de lágrimas y todas esas promesas de amor que se hicieron se marchaban con Andrés.

Amor después del mundialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora