Una historia, una canción y un beso en Barcelona Parte 1

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Robert estaba en sentado junto con Andrés en aquella camilla en espera de que despertara, hubiera querido pasar tiempo con Gavira y hablar de todo lo que sucedió entre ellos, pero prefería no dejar solo a su amigo ¿Qué culpa tenía? Una pequeña esperanza de que despertaría en cualquier momento era lo que mantenía encendido el motor de su cerebro, a pesar de no sentir un amor romántico le tenía un aprecio muy especial.

Los días pasaban y Argentina quedó desclasificada, el mundial llegaba a su fin, pero Andrés seguía sin despertar. Francisco anunció su renuncia de la selección por la lesión que tenía tras un "asalto" así que este mundial era amargo para el mundo, aunque la buena noticia es que México había llegado a la final junto con España y en una semana se iba disputar la gran final de la copa de mundo.

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Andrés veía entre sueños su vida en pedazos, sofocación, no podía respirar y se preguntaba ¿Para que regresar a la vida? No tenía nada, Robert podía continuar sin él. Guillermo sería feliz con Lionel junto con Mateo, le importaba un carajo ver sus venas sangrando en aquella tina mientras se ahogaba, era su último recurso.

¿Al mundo le importaría si muere desangrado?

¿Estaría bien?

¿Estaría mal?

Si se quitaba la vida esta noche, había muchas posibilidades de que el mundo mejorara para todos a su alrededor.

Está perdiendo la vista

Perdiendo la razón

Desearía que alguien le digiera que todo estaría bien

Nunca se dio cuenta de que estaba muy delgado, que no tenía una rutina sana para su alimentación ni siquiera podía comer algo sin después ir a vomitar todo por la culpa que cargaba... de destrozar un matrimonio por su enamoramiento, de encontrarse con su destinado y desear con el corazón tenerlo a su lado... de envidiar la vida de Lionel Messi, tenía una bonita familia ¿Por qué él no podía tenerla también? Por un momento se enojo con su abuela y la llamó mentirosa, le prometió que encontraría a un alfa con quién se casaría y tendría cachorros que ella misma iba a mimar y cuidar, ser el mejor jugador del mundo y que ella estaría junto con él viendo esos momentos especiales.

Estaba solo, en el amor fue un fracaso y aunque gobernó las canchas europeas y de su propio país, al llegar a casa estaba solo, todo estaba frío y a oscuras ¿Para que tenía trofeos? Ni siquiera le ocasionaba emoción cuando las ganaba, solo veía de reojo como sus compañeros de equipo abrazaban a sus parejas e hijos, como los padres de aquellos jugadores bajaban para felicitarlos y él solo estaba parado ahí... hablando frente a una fría cámara sonriendo con toda la falsedad del mundo.

Y entonces... ¿Para que despertar? Solo regresaría al mundo para volver a su vida monótona, ante un futuro matrimonio donde no había ninguna pizca de amor, no deseaba seguir arrastrando a Robert en este maldito juego aún tenía oportunidad de estar con Gavira, entre ellos si habría un bonito futuro... no quería seguir imaginándose a Guillermo junto a él, no deseaba soñar como el mexicano tomaba su cuerpo destrozado y lo sanaba, no más ilusiones donde el protagonista siempre era el rizado quién sanaba sus cicatrices para que al despertar terminará llorando nuevamente por esa tonta ilusión. Es demasiado patético y lo sabe a la perfección. Hambriento, alimentándose del caos y viviendo en un pecado, descendiendo en una espiral.

Entre sueños recordaba aquellos momentos en España junto a él percatándose que jamás se había sentido también con alguien, su corazón jamás se había sentido tan bien y alegre... intentó dejarlo atrás pero siempre ha sido un desastre. Su abuela siempre decía que el tiempo lo sanaría todo, el dolor iba a desaparecer, pero todo le recordaba a él. Se alejó completamente por un par de años y se odio así mismo escuchar su llanto junto con el Mateo esa noche cuando Messi le abrió los ojos de una forma cruel pero justa... no podía estar con él, nadie estaría de acuerdo con ello.

Amor después del mundialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora