III

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Su primera clase fue DCAO. A Nico no le hacía ninguna gracia. No paraba de jugar con su anillo de calavera y Percy tuvo que deslizar la mano por debajo de la mesa para apretarle el muslo y mantenerlo con los pies en la tierra, menos las sombras empezaron a envolverle los pies.Los demás alumnos hablaban conformes entre sí, y de vez en cuando dirigían una mirada al peculiar dúo.

Las cosas no habían ido bien la noche anterior en Slytherin....


Terminado el banquete, la totalidad de Slytherin se levantó y se dirigió a su sala común, seguida por los de primer año y los recién llegados.

Dicha sala común se encontraba en lo más profundo de las mazmorras, tras una pared lisa que se abría con una contraseña. El interior era elegante y sobrio, con tapices verde oscuro y adornos plateados, como era de esperar. Un fuego rugía en uno de sus lados, mientras que enfrente toda la pared era de cristal, asomándose al lago. En el lado opuesto a la puerta, había un pasillo que dividía dos caminos.

Para ser sinceros, ni Percy ni Nico prestaron atención al discurso del prefecto sobre cómo debían actuar y comportarse. Una vez terminado, guiaron a los de primer año hacia el pasillo, dejando atrás a los dos semidioses.

Y no estaban solos. Todos los alumnos de séptimo año se habían quedado en la sala común y, una vez que los chicos se hubieron ido, se pusieron todos de pie rodeándolos mientras fingían intimidarlos. Baste decir que no estaban impresionados.

- Ese sombrero sí que debe de estar defectuoso - se mofó una chica, levantando la cabeza y arrugando su rostro liso en una expresión fea. Tenía el pelo rubio pálido. - Meter a dos sangre sucia en nuestra prestigiosa casa. Lord Slytherin se horrorizaría.

(Solo por ese comentario, Nico anotó mentalmente invocar al fantasma del hombre y preguntarle)

- Vamos a echarlos, Draco - procedió a exigir, dirigiéndose a un chico.

También era rubio, y su rostro aristocrático aún conservaba algo de infancia, como si su cuerpo se negara a crecer del todo.

- No seas estúpida, Pansy. Sabes que ya estamos en una mala posición, tomar decisiones estúpidas no ayudará - le respondió con sorna. Luego se giró hacia ellos y se adelantó lentamente, apuntando con su varita al pecho de Nico, que casualmente estaba más cerca - Ustedes no pertenecen aquí. Nunca lo harán. Así que escuchen bien: agacharán la cabeza, se asegurarán de que nuestra casa no pierda prestigio ni puntos, y no tendremos ningún motivo para ponerlos en su sitio. ¿Estoy claro?

Percy era de los que abrían la boca e inmediatamente saltaba a pelear, pero Nico le pellizcó el costado con fuerza hasta que el hijo de Poseidón asintió a regañadientes.

-  Clarísimo.

El rubio guardó su varita y los de séptimo año se dirigieron lentamente hacia los dormitorios, mirándolos con odio mientras se marchaban.



- Son todos una panda de mocosos privilegiados - murmuró Percy en voz baja al pillar a "Pansy" mirando por encima del hombro con asco.

- Hmm. 

Apartando su atención de ellos, comenzó a frotar círculos en el muslo de Nico para mantenerlo con los pies en la tierra.

- Debería haber sabido que enviarían a alguien más- lo siento.

- No es tu culpa- murmuró, golpeando su otro pie en el suelo sin cesar.

Dos semidioses medio lunáticos en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora