IV

646 61 12
                                    

- Nico.

- Neeks.

- Fantasmita.

- ¡Vamos!

...

- Rey de los Fantasmas, Príncipe del Inframundo, luz de mi vida, por favor háblame.

Los lloriqueos finalmente parecieron cansar al hijo de Hades porque cerró el libro que sostenía y se giró para verle.

- No me importa cuanto me ruegues, no voy a perdonarte.

- ¡Pero no fue a propósito! Te lo prometo! - Percy hizo un puchero.

- ¡Derramaste jugo en mi carta de Aphrodite!

- ¡Sí, pero...!

- ¡Sabes cuánto tiempo esperé para tenerla! ¡Bianca no me dejaba comprarla porque era 'inapropiada'!

- ¿Si pero tienes tres más?

Nico enarcó una ceja.

- Era una primera edición, con el respaldo del inframundo y tres características que las nuevas no tienen - siseó, los ojos oscureciéndose peligrosamente y las luces parpadeando alrededor de la habitación.

Percy se arrastró por la cama para abrazarlo por el cuello y le dio un beso en la mejilla.

- Te compraré una nueva, te lo prometo. Y... también una nueva baraja - su novio aún parecía ligeramente descontento así que lo besó suavemente, deslizándose en su regazo para apretar sus cuerpos - Y encontraré una edición 1972.

Nico lo consideró durante unos segundos antes de finalmente rodear su cintura con los brazos.

- ¿Lo prometes?

- Prometido.

Se besaron lentamente, como si sellaran aquella promesa. Percy se estremeció cuando una mano fría se deslizó por debajo de su jersey, deslizándose por su espalda y por el viejo punto sensible donde solía estar su talón de Aquiles. Sin embargo, fue detenido cuando intentó apartar la chaqueta de Nico de sus hombros. Ofendido, rompió el beso para hacérselo saber.

- ¿En serio vas a privarme hasta que lo reponga?

Recibió una sonrisa burlona a cambio y gimió, zafándose de su regazo.

- ¡Oh, está bien! Creo que tengo una por ahí.

Levantándose para llegar a su mesita de noche, buscó a tientas su baraja. Percy aún no entendía la mayoría de las reglas, a pesar de que había escuchado pacientemente a Nico divagar sobre el juego al menos una vez a la semana desde que tenían ocho años, así que sólo tenía una baraja básica y un par de figuritas.

Volvió a subirse a la cama, sacó las cartas de su estuche y empezó a buscar entre ellas. Nico cogió con curiosidad una que destacaba y frunció el ceño.

- ¿Persephone? Tu baraja es de Oceanus.

- A Luke le pareció gracioso regalármela - puso los ojos en blanco, tirando a un lado una carta de Tritón.

Los ojos de Nico volvieron a endurecerse.

- ¿Le pareció gracioso regalarte una carta con tu viejo nombre?

Dicho así definitivamente sonaba peor. Percy se encogió de hombros, sin parecer muy molesto, y se frotó la nuca.

- Bueno, por aquel entonces todos pensaban que yo era la chica rara que llevaba una baraja de Mitomagia a pesar de no saber mucho sobre el juego, y ya sabes cómo era Luke, haciendo todo lo posible por parecer 'cool' y 'simpático'. Así que, ya sabes, dale la carta al chico trans y dile que debería estar orgulloso de su nombre porque es bonito.

Dos semidioses medio lunáticos en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora