¡𝐄𝐬𝐞 𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨! | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧 |

III

Mierda, se había desviado totalmente de su plan inicial y ahora estaba en problemas, se suponía que sólo saldría con JiMin un poco para confundirlo y que regresara con TaeHyung, pero después de lo que pasó ese día estaba más que seguro que JiMin no estaba confundido, estaba seguro de darle una oportunidad.

Pero ya no había marcha atrás, maldición, le gustaba el rubio, le gustaba demasiado y estaba seguro de que, si lo conocía más, incluso le gustaría todo lo que lo conformaba.

Todo el tiempo que pasó con JiMin no paraba de repetirse en su cabeza, aun cuando estaba preparando la cena para la familia Jeong.

—Koo.— El pequeño de la familia le llamó. —¿Por qué sonríes?—

—¿Eh? Lo siento, me acordé de algo y me puse feliz.—

El niño apoyó sus codos sobre la encimera de la cocina y posteriormente, recostó su cara en sus manos, curioso por la causa de la felicidad de su hyung.

—Cuéntame.—

El azabache sonrió antes de girarse para ver al niño y comenzó a pensar en cómo le explicaría sobre su crush.

—Pasé tiempo con alguien que me gusta mucho, todo fue lindo y por eso estoy feliz.— El azabache no quiso hacer la historia más larga.

—¡Que lindo!— El niño se levantó para ir a abrazar a su mayor, le emocionaba mucho la idea de conocer a la persona especial de hyung.

—Lo sé, no soportabas verme preocupado el otro día ¿no?— Le preguntó con una sonrisa.

—No me gusta verte triste.— Hizo una pausa. —¿Significa que también ayudaste a tu amigo y ahora estás bien?—

La pregunta del pequeño era inocente, ajeno a lo que realmente pasaba, JungKook borró lentamente su sonrisa y la culpa invadió su corazón.

No estaba ayudando a TaeHyung en absoluto, tal vez ya estaba conquistando a JiMin, pero había otro problema, ahora él no quería dejarlo ir.

—Supongo que sí, no lo sé, yo... No he hablado con él en unos días.— Volvió a su labor de cocinar.

—Entonces luego lo llamas y le cuentas de tu persona especial, se pondrá muy emocionado.— SeoJoon fue hasta su habitación en busca de algo y minutos después bajó con algo escondido detrás de él.

—¿Qué tienes ahí?— JungKook apagó la flama de la estufa y se acercó a él.

El pequeño niño mostró una flor de papel, tal vez no muy bien hecha, pero parecía una rosa de rojo intenso. Dicha flor tenía un par de ojitos móviles que le daban un toque gracioso pero bonito.

—Las hicimos hoy en la escuela, la profesora dijo que la papiroflexia nos ayudaría a concentrarnos, pero era aburrida así que le puse ojitos. Me dijo que se la diera a alguien especial.— El niño le extendió la flor.

—¿Entonces soy especial para ti?— JungKook tomó la flor y la miró con detenimiento.

—Así es, pero quiero que tú se la des a esa persona que te gusta, ¿crees que le guste?— La mirada llena de ilusión del niño hizo sentir cálido el corazón del azabache y asintió con la cabeza, estaba seguro de que a JiMin le encantaría.

—Se la daré eh... no sé, el día que lo vea.—

—¿Por qué no vas hoy? Mamá y papá saldrán a una fiesta y tengo que quedarme con la abuela.—

—No me gusta dejarte solo, puedo hacerte compañía mientras llega.—

JungKook terminó de servir la cena del niño y quitó por fin el delantal que usaba.