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JungKook por fin estaba decidido, le contaría todo a JiMin esa noche, como los dos ya habían planeado salir a cenar, supuso que era lo más próximo a poder hablar con calma sobre el tema.

No iba a mentir, estaba aterrado de que su amado no lo escuchase y todo terminara mal, pero, por otro lado, sentía que lo escucharía y tal vez no lo aceptaría a la primera. Le tomaría tiempo procesar todo, pero podrían llegar a un acuerdo.

Así que ahí estaba, justo saliendo de trabajar más temprano de lo usual para poder llegar a arreglarse y prepararse mentalmente. Cuando salió, se tomó el tiempo de vestirse de manera un tanto formal para la cena, pues había hecho una reservación en un famoso restaurante y quería verse perfecto.

Optó por una camisa color negro, obviamente, sólo sin abrochar el primer botón de ésta, un saco de igual color, su reloj en mano derecha y un pantalón que le quedaba a la medida, nuevamente ató su coleta y una vez listo, partió para el restaurante.

Iba en la motocicleta y mientras conducía se imaginaba la pinta que traería el rubio, tal vez estaba usando algo elegante y bonito, o quizá peinó su cabello de forma diferente, de cualquier manera, él sabía que le encantaría, JiMin le encantaba.

Se estarán preguntando, ¿por qué no pasó por él? Pues verán, JiMin prefirió que se vieran en el restaurante ya que debía ir a entregar un arreglo a éste mismo, de hecho, esa fue la razón por la que decidieron cenar ahí, así aprovechaban mientras el rubio entregaba su arreglo y después tendrían una romántica cena.

JungKook fue el primero en llegar, estacionó la motocicleta en uno de los espacios del estacionamiento y esperó pacientemente a JiMin.

Leyó el mensaje que justo acababa de llegar a su celular.

MiMi
Estoy por llegar, es que hay demasiado tráfico, pero espera por mí :(

El azabache sonrió al saber que su chico estaba llegando, aunque seguía nervioso, sabía que el cariño que ambos se tenían era lo suficientemente grande para perdonar.

JungKook esperó en la entrada a JiMin, seguramente llegarían él y su compañero en la camioneta de entregas de la florería.

Alguien tocó su hombro y volteó con la esperanza de que fuera JiMin, sonrió enormemente, pero esa sonrisa de desvaneció cuando notó quién realmente había llamado su atención.

—¿Qué haces aquí?—

TaeHyung estaba de regreso desde Daegu, claro, la señora Kim dijo que solo había ido por unos días y fue mala suerte encontrarlo ahí.

—Y-yo espero a alguien.— Desvió la mirada.

—¿Alguien especial?—

TaeHyung comenzó a rodearlo hasta estar detrás de él, tratando de intimidarlo como un tigre acorralando a su presa.

Pero JungKook no era ninguna presa.

—De hecho, a mi novio, ¿no te dije? Se lo pedí y me dijo que sí.— Ah claro, ahora te dijo que sí.

El azabache pensó que el castaño de seguro comenzaría a discutir con él, tal vez hasta terminarían a golpes y eso es lo que no quería.

Sin embargo, las acciones de TaeHyung lo confundieron.

Su hyung sólo soltó un suspiro y le palmeó el hombro.

—Supongo que es bueno, me ganaste.— Con una sonrisa cansada, TaeHyung se dio la vuelta dispuesto a irse.

—¡H-Hyung!— El azabache lo detuvo.

—¿Qué?—

—Yo... perdona por hacer que esto se saliera de control, debí mantenerme al margen y-

¡𝐄𝐬𝐞 𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨! | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧 | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora