¡𝐄𝐬𝐞 𝐞𝐬 𝐦𝐢 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨! | 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐌𝐢𝐧 |

IX

Recibir regalos

Para algunas personas, recibir regalos es una forma importante de sentirse amadas y valoradas. No se trata tanto del valor material del regalo, sino del significado y la intención detrás de él. Los regalos pueden ser símbolos tangibles del amor, y su presencia o ausencia puede tener un impacto significativo en estas personas.

Había pasado un año entero desde que ambos habían empezado a salir, JiMin había pasado de ser un decorador a ser un mánager en la florería, ahora él se dedicaba a guiar a su equipo y tener un orden, su sueldo había aumentado bastante y JungKook, él seguía trabajando para la familia Jeong, la relación de ambos era envidiable.

No era perfecta, hubo muchos altibajos en ese periodo, peleas, discusiones, celos tontos, mal entendidos. Pero el amor de los dos era mucho más grande que todo lo malo, así que sólo fueron fases que toda relación tiene.

Ahora muchas cosas habían cambiado, JiMin ya no llegaba a casa estando solo, ahora podía sentir la presencia de su lindo novio con las cosas que veía. Peluches, nuevos retratos con fotografías de ambos, en su habitación había varia ropa de él, zapatos o accesorios, pequeñas cosas que le recordaban que estaba ahí con él.

Los detalles nunca faltaban, a veces llegaba y encontraba la cena preparada, otras veces algún postre de sus favoritos casualmente aparecía en el refrigerador, por suerte nunca le tocó ver a JungKook semidesnudo esperándolo en el sofá o habría sido muy vergonzoso.

Había tantos detalles que ya no cabían en aquel departamento.

Esta vez, los dos llegaron a éste por petición de JungKook, JiMin supuso que sería otra sorpresa y de verdad debía decirle a su novio que, si no paraba, su departamento parecería un almacén.

—JungKookie, de verdad cielo, no hace falta que me cubras los ojos.—

JiMin, quien ahora era castaño, intentó apartar las manos de su novio, pero solo consiguió recibir un besito en la nuca.

—No, es una sorpresa.—

—Siempre lo son, ¿qué podrá ser esta vez?—

—Adivina.—

—¿Un perrito?—

—No.—

—¿Comida?—

—No.—

—¿Flores?—

—Trabajas con ellas todo el día.—

—¿Un collar? Agh no lo sé, ya me has dado todo mi amor.—

—Fallaste.— JungKook quitó sus manos. —Abre los ojos.—

JiMin tal vez hubiera imaginado el celular más nuevo del mercado, o alguna mascota, tal vez ropa de pareja bonita. En realidad, él podría recibir una roca de su novio y sería el más feliz.

Pero lo que vio, lo dejó desconcertado.

—Me regalaste... ¿Unas llaves?—

—Así es, un juego para cada uno.—

—¿Acaso compraste una camioneta o algo así? Te juro que voy a devolverla si lo hiciste.—

El castaño se asomó para ver la calle, algo aliviado de no ver algún vehículo nuevo. Pero entonces, ¿para qué eran las llaves?

—Compré algo que tenía en mente desde hace unos meses, si quieres podemos ir y averiguar qué cosa abren estas llaves.—

JiMin sólo suspiró enternecido y asintió, le dio un besito en la mejilla a su novio antes de salir a buscar lo que fuera que esas llaves abrieran.