CAPÍTULO 5

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Seok-Jin se encontraba muy preocupado por haber perdido su credencial de estudiante, sin ella no podría ir a la biblioteca y tampoco podía estar en la escuela, sólo tenía ese día para encontrarla ya que no iría a la escuela.

Jin estaba completamente seguro de que la había olvidado ayer con Nam-Joon, pero no podía contactarlo y la biblioteca no estaba abierta a esa hora como para ir a recoger su credencial.

De repente, alguien tocó la puerta de su apartamento, Jin se preguntó quién sería, aún era muy temprano.

Al abrir la puerta, se llevó la sorpresa que se llevó.

—Hola rarito de los libros —saluda amable el chico al otro lado de la puerta.

—¿Sabes que soy mayor que tú, verdad? —aclara Seok-Jin.

El otro río divertido.

—Lo se bien, Jin, se bien que eres un anciano.

—Ja Ja, muy divertido, ¿tú no eres demasiado joven para estar sólo en las calles? —se burló Jin.

—No lo se muy bien, señor de los dinosaurios.

—Ya bien, ¿qué quieres Jung-Kook? —preguntó Seok-Jin recargándose en su puerta.

—Sólo vine a saludarte, y a decirte que te extrañamos en la cafetería —dice riendo.

—¿Quieres pasar? —pregunta Jin invitándolo.

—Te tardaste en preguntar —Jung-Kook entró, se quitó sus zapatos y los colocó en la entrada.

—Antes agradece que te dejará pasar al niño respondón.

Ambos rieron. JungKook se dirigió a la sala y se sentó en el suelo esperando a Jin.

—Por cierto, Gi-Na me dijo que algún día volviéramos a salir los tres.

Jin se dirigió a la cocina, tomó un vaso de la alacena y sirvió un poco de agua en él, después lo llevó con Jung-Kook.

—Está bien, ¿cómo te ha ido en el trabajo? —pregunta Jin.

En realidad, Jin trabajaba en dónde trabaja Jung-Kook, por lo que se hicieron muy buenos amigos en el trabajo a pesar de la diferencia de edad, aunque tiempo después Seok-Jin renunció por la escuela, pero seguramente pronto volvería, era divertido salir con JungKook, Gi-Na y YoonGi, esos tres trabajaban ahí.

—Pues bien, debo decirte que hoy conocí a un chico en la cafetería, cada tarde está ahí, es un poco raro—dice Jung-Kook emocionado.

—Agh —se queja Jin— no me cuentes tus historias, por favor.

Bueno, en su estancia en el trabajo de la cafetería, Seok-Jin siempre veía siempre como varias y varios clientes iban seguido a ese lugar para ver a JungKook, claro que, SeokJin también atraía a muchas personas.

—¿Y a él te gusta acaso? —preguntó Seok-Jin.

JungKook rió;

—Sabes que a mí me gustan las chicas, debo admitir que es muy atractivo, pero no es para nada mi tipo.

—Eso es bueno, no debes tener pareja hasta que cumplas 18 años.

—Me había olvidado de lo aburrido que eras —Jung-Kook volteó los ojos

Creo que últimamente a Seok-Jin le estaban repitiendo demasiado.

Ambos chicos siguieron hablando un buen rato, hasta que Jung-Kook se fue, ya debía comenzar a estudiar.

Seok-Jin se quedó recostado en el sillón, cuando de repente alguien más volvió a tocar, seguramente era Jeon, siempre terminaba olvidando algo.

—¿Qué se te olvidó ahora? —dijo Jin mientras abría la puerta.

Para su sorpresa, no fue Jung-Kook quien estaba en la entrada.

—Estoy seguro de que no fue a mi a quien se le olvidó algo —Nam-Joon estaba en la entrada de Jin, sonriendo y con la credencial de Seok-Jin en la mano.

—¿Estúpido chico romance? —dice Seok-Jin sorprendido.

—Soy yo, aunque agradecería que me llamaras Nam-Joon.

—¿Qué haces aquí? —Seok-Jin se preguntó si era un sueño, últimamente Nam-Joon estaba mucho en su cabeza

Parece que ese si era real, la camisa negra, la cual no tenía abotonados todos sus botones, y los pantalones blancos, junto a su hermoso cabello morado, lo hacían ver sumamente bien.

—Pensé que sería obvio que vine a devolver esto —Nam-Joon le entrega la credencial.

—Me refiero a, ¿quién te dió mi dirección?.

—No te diré.

¿Estaré siendo acosado por este idiota?

—¿Quieres entrar? —Un momento, ¿Seok-Jin estaba dejando entrar a Kim Nam-Joon?

—Me encantaría, pero debo volver pronto, así que, hasta pronto Seok-Jin.

—Sí, adiós —se despidió aún un poco aturdido.

Nam-Joon se despidió con una linda sonrisa, dejando ver sus hoyuelos en sus mejillas.

Jin se quedó con la mano despidiéndose, por alguna razón, a Jin le pareció tierno que Nam-Joon le trajera esto hasta su apartamento.

Debía admitir que, si, Nam-Joon era agradable.

Y si, tal vez un poco lindo.

Amor Por Los Libros II NamJin (En Curso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora