Ahora soy una simple chica

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Nam escuchaba rap a todo volumen en la mansión de su amiga mientras se hacía un gran sandwish, escuchó la puerta principal ser abierta, pensando que era su amiga no le dio importancia.

Charlotte abrió la puerta de esa gran mansión sin poder creer aún que esa era la mansión de "Freen".

Nam observó hasta la sala donde estaba esa chica loca que vio en la fiesta.

– ¿Nam? - Charlotte la miró sorprendida.

– ¿Charlotte? - Respondió Nam de la misma manera – ¿Qué haces aquí?

Charlotte le mostró las llaves del auto y Nam entendió todo.

(...)

Becky y Freen llegaron a la playa algo cansadas, con el sol a punto de esconderse, venían riendo y tomando sus manos de vez en cuando, caminando por la suave arena.

– Lo logramos - Dijeron ambas a la vez para luego reír de manera tímida.

– Becky - Freen se detuvo y tomó las manos de Becky - me encantó estar hoy contigo.

– A mi igual

– Eres tan diferente a cualquiera y eso te hace perfecta - Freen besó las manos de Becky y esta se sonrojó de inmediato – Me dices las cosas que los demás temen decirme y haces que descubra cosas de mí que no había notado, me gustas mucho.

– Tu también eres perfecta a pesar que conduces del asco - Freen río y la abrazo de su cintura, Becky rodeo sus brazos en el cuello de la cantante y dejo su mejilla apoyada en su hombro – eres un mujer fantástica y también me gustas.

Al escuchar ambas sus confesiones y darse cuenta que era mutuo se separaron lentamente y se dieron cuenta que sus rostros estaban muy cerca, se quedaron viendo a los ojos, ambas transmitían lo mismo, Freen aún mantenía sus brazos en la cintura de Becky.

Casi al mismo tiempo acercaron sus rostros, ambas deseaban juntar sus labios y crear un beso, cerraron sus ojos, dispuestas a dejarse llevar, estuvieron tan cerca, casi un centímetro de distancia de sus bocas, hasta que un sonido hizo a Freen alejarse con rapidez.

Dos chicas estaban saliendo del mar con un tablas de surf, ellas no les prestaron atención, venían hablando de cualquier cosa, además Freen estaba tan tapado con ropa que era imposible que alguien lo notara, pero aun así se asustó.

Las chicas se fueron y Becky río con un poco de decepción por no lograr ese beso, Freen lucía graciosa tapándose hasta la nariz con el capuchón.

– ¡Uh! estuvo muy cerca – Freen suspiró un poco más tranquila al no ver a nadie cerca – Bueno, volviendo a la realidad, este, creo que es el final

– ¿El final? – Becky sabía perfectamente a que se refería.

– Ya sabes, lo que pasó entre nosotras, no puedes contar nada de esto a nadie – Freen notó que Becky la miró con extrañeza y siguió hablando – si seguimos juntas hasta allá, donde está lleno de personas, nos tomaran fotos, será una locura y no voy a perder la película por esto.

– No creo que sea tan así – Becky acomodó su bolso algo incomoda, le estaba doliendo el alma escuchar a Freen.

– Si es así – Freen río levemente – mírate, Yo soy Freen Sarocha y tú eres una simple chica del que nadie sabe su existencia.

Freen notó como la expresión en el rostro de Becky cambió, sus ojos estaban volviéndose algo rojos por contener lágrimas.

– Un momento soy una chica perfecta al que le gustas mucho y ahora soy una simple chica con el que te da vergüenza ser vista – Becky tenía la voz super débil, sintió un escalofrió de pies a cabeza al escuchar las horribles palabras de Freen hacia ella, sólo quería llega a su casa a llorar – tengo que irme.

– Becky, no me avergüenzas – Freen intentó abrazarla de nuevo, pero Becky se alejó.

– Si claro – las mejillas y ojos de Becky estaban llenas de lágrimas que ya no pudo contener – si yo fuera Nita, correrías detrás de las cámaras, pero como a mí nadie me conoce no harías ni el esfuerzo.

Freen limpió las lágrimas de Becky, ella ahora también quería llorar, no le gustaba ver a su Becky así, solo fue una confusión.

– Haz mal interpretado mis palabras, me refiero que eres tú, eres normal y no quiero que cambies – Freen le tomo las mejillas con sus manos para verla a los ojos.

Becky quitó las manos de Freen de su cara molesta, dio media vuelta para irse de allí, hasta que sintió que Freen tomaba su brazos.

– ¿Qué? – Becky quitó una lagrima que corría por su mejilla.

Freen suspiró con dolor, pero tenía que hacerlo – Necesito que me entregues la cámara, ahí tienes fotos de nosotras.

Becky la miró con pena, la mínima esperanza que tenía de que le iba a pedir perdón se destruyó en pedazos, sentía que su corazón se estaba partiendo.

– Sólo no quiero que las fotos salgan a la luz – Freen tenía ganas de llorar, pero se estaba aguantando, estaba contra la espada y la pared.

Te olvidas de la chica o de la película

Becky aún con lágrimas, sacó la cámara de su bolso y la lanzó a la arena con rabia.

– Ahí está tu cámara, ya no me interesa lo que tiene dentro.

Becky caminó de nuevo para irse, pero se detuvo.

Freen con un puchero para evitar el llanto tomó la cámara del suelo, que guardaba los mejores momentos que había tenido en su vida, estaba rogando que no hubiera sufrido ningún daño, ella quería tener esas fotos con ella eternamente.

Becky tuvo que volver donde Freen, que limpiaba la cámara.

– Necesito que me des dinero para un taxi – Becky tenía su mano estirada mientras veía las olas, no pensaba verla a ella.

Freen sacó de su bolsillo que seguía a salvo del agua del pantano, y saco un rollo de billetes envueltos en un elástico y se lo puso en la mano a Becky.

– Es mucho para un taxi

– Quédatelo, te debía por quedarme en el garaje de la abuela – Freen intentó hacerla reír pero no funcionó, Becky tomó lo que necesita para su taxi y le devolvió el dinero restante – Becky, no quiero despedirme así.

– Freen, te haré el favor, las dos olvidemos este día, no hables de mí y te juro que no voy a hablar de ti.

– Becky, es por el bien de nosotras, los paparazzi nunca se van, cuando te tienen en la mira siempre quieren lograr su objetivo, y lo terminan destruyendo.

– Pues no hace falta que lo hagan, porque ya lo hiciste.

Becky se dio la vuelta y se fue de ahí, dejando esta vez a Freen atrás, no podía parar de llorar, aún no entiende como en dos minutos termino con el corazón roto.

Freen vio como Becky se iba, quería correr junto a ella, pero era imposible, gritó de frustración cuando ya no la vio más en la playa, ahí fue cuando soltó una lagrima de dolor, Becky no fue la único con el corazón roto. Se limpió las lágrimas y comenzó a caminar, ella también tenía que volver a su casa.

Se quitó el gorro y el capuchón, ya no había necesidad de estar escondida, llegó hasta el centro de la playa donde estaba lleno de gente, bastaron tres segundos para que un grupo de chicas y chicos se acercaran a ella con papel y lápiz o sus celulares para tomar fotos.

Ella les dio una sonrisa, le subió el ánimo escuchar las hermosas palabras que sus fans les daban, a lo lejos notó como Becky se subía a un taxi con la cara llena de lágrimas, intentó disimular delante de las personas.

Desde una palmera, un paparazzi tomaba fotos de Freen en la playa con sus fans.

Así fue como Becky se fue a su casa y junto a ella, el corazón de Freen.

Mi Novia es una SúperestrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora