Inesperado. Hades. [SNV]

[16.]

Atención de oc: Amir.

✨✨✨

Shiva estaba estirandose mientras caminaba hacia la entrada de la arena. Ya era su turno para pelear y estaba mas que entusiasmado.

Shiva: Los otros combates fueron emocionantes, espero que el mío será el mejor. - hablaba para si mismo el Dios mientras se daba un par de palmadas en sus mejillas. - ¡Bien! ¡Aquí vamos!

???: ¡Lord Shiva! ¡Espere! - grito una voz atrás de el.

El Dios de la destrucción se tenso y se quedó estatico en su sitio cuando escucho esa hermosa voz que reconocería en cualquier lado.

Shiva: ¡Amir! - el alfa se dió la vuelta emocionando, viendo al omega ir hacia el. - ¡Viniste a verme!

Amir era el Dios más joven del Panteón Egipcio y el más sobre protegido por los demás Dioses, era el único Omega entre todos ellos y todo el mundo sabía que tocar a Amir era meterse con la familia entera.

Shiva se había enamorado desde la primera vez que vio a Amir, el era solo un niño pequeño que se escondía detrás de los pantalones de su padre Sobek, pero Shiva sabía que ese niño era su destinado.

Pero claro, Amir era demasiado pequeño como para ser reclamado y el ya estaba casado así que espero a que el bello Omega creciera.

Pero no contaba con que al crecer, Amir se negara a qué lo cortejara, sino que también deseaba ser un Dios virgen.

Amir no era ignorante a la múltiples historias de "amor" de los Dioses, así como las relaciones de los Alfas y algunos Omegas, además, ser amigo de Loki lo llevo a ser testigo de primera plana de lo que podria sufrir un Omega.

Así que cuando Shiva se presentó para poder anunciarse como su destinado y su intención de cortejarlo, Amir sintió mucho miedo y se negó rotundamente.

Shiva tardo muchos años, en verdad, muchos años para poder aclararle al lindo Omega que sus intenciones eran nobles con el.

Amir tardo mucho más en aceptar sus obsequios aunque nunca aceptó tener una cita con el, no a solas al menos.

Amir: ¡Claro que vine a verte! - el peliverde puso sus manos sobre su cadera y lo miro con el ceño fruncido, el Dios de la India borró su sonrisa al darse cuenta de que se venía un gran regaño. — Tal y como le dije al tío Anubis: ¡Tu y los demás son unos estúpidos al querer competir en este ridículo combate!

Shiva: No es ridículo Amir, los humanos nos desafiaron.

Amir: Fue Brunhilde, no la humanidad, humanidad que, te recuerdo, aún te rinde culto, te adora y te rezan, ¿Así es como pagas su devoción?

Shiva: Mira el mundo en el que se convirtió gracias a su influencia, Amir, ya me harté de intentar guiarlos, mira lo que han hecho.

Amir: Pero nos necesitan, es nuestro deber ... Shiva... No te equivoques... Desde luego que apoyo a mi familia y a los Dioses, eso te incluye a ti, no quiero ver a mis amigos y a mi tío morir.