El Karma | Kawaki | [Boruto: Naruto Next Generation]

Capítulo 2

Llamé al timbre de la familia Uchiha con un hambre fuera de lo normal en mi. Al acabar en la oficina del Hokage me dirigí a casa para esa ducha que tanto necesitaba y descansar un poco el cuerpo sobre el mullido sofá del salón. Esto último se fue al traste al descubrir que me había tirado dentro del baño más de lo previsto, ya por comodidad. Tuve que salir corriendo de casa para llegar a tiempo para la cena en casa de Sakura.

—¡Yuki! —correspondí el abrazo de Sarada antes de entrar— A penas pude saludarte hoy.

—Qué me vas a contar, yo apenas he descansado... —me llevé las manos a la cara de forma exagerada— Me saldrán ojeras de tanta misión.

Conseguí hacer reír a Sarada con mi penosa actuación.

—Tengo muchas cosas que contarte hoy.

—No me digas.

Seguí a la menor hasta el comedor, allí me encontré con Sakura colocando los platos para la cena. El exquisito olor que emanaba de la cocina no hizo más que avivar el hambre que tenía, y ver las fuentes sobre la encimera empeoró la situación.

En esos momentos no sabía si agradecer el concepto de cocina abierta o maldecir el diseño.

—Bienvenida. —Sakura también me recibió con un abrazo que, sin duda, correspondí— La cena casi está lista, id tomando asiento.

—A la orden.

Me senté frente a Sarada, como era costumbre cada vez que me pasaba a comer por aquí. Sakura nos sirvió con una sonrisa antes de unirse a nosotras.

—¡Qué aproveche!

La cena transcurrió con Sarada como principal protagonista a la hora de contarnos su día y su misión pasada con el equipo 7, donde se encontraron con el chico que llevé al hospital. Sakura también comentó sobre su trabajo en el hospital una vez Sarada terminó su historia. Yo no pude participar en esta ocasión respecto a la semana que pasé fuera de la aldea ya que la misión que el Séptimo le encargó a mi equipo era, según él, confidencial.

—¿Cómo son las misiones de Rango A? —miré a Sarada pensando bien la respuesta.

—Una mier-... no son nada del otro mundo. —tuve que corregir mis palabras en el último momento al sentir la clara mirada de Sakura sobre mi— Son muy aburridas y la mayoría de ellas son fuera de la aldea, no merece la pena.

Sarada no se tragó ni una de mis palabras, es normal teniendo en cuenta de quien era hija.

—Hace poco te fuiste a Iwagakure para reunirte con el Tsuchikage. —entrecerró los ojos y yo solo alcancé a sonreír con cierto nerviosismo.

Me había olvidado por completo de eso. Y la verdad es que me lo pasé bastante bien entre los habitantes de la roca. No podía quejarme.

—Cómo que se hizo tarde, ¿no?

Abandoné la mesa antes de que Sarada insistiera en sonsacarme información sobre las misiones de Rango A.

—¿Ya te marchas? —le entregué a Sakura los platos restantes con Sarada pisándome los talones de cerca.

Asentí ignorando la insiste mirada de la menor.

—El viaje ha sido largo. —respondí con cansancio— Otro día me quedaré más tiempo, tal vez pueda convencer a Sasuke de enseñarnos algo nuevo, ¿no crees, Sarada?

La oscura mirada de Sarada se iluminó al mencionar a su padre.

—¿De verdad?

—Claro.

Choqué los cinco con ella a modo de promesa.

—Espera Yuki, llévate esto. —Sakura dejó sobre la encimera una bolsa con dos tupper hasta arriba de comida.