Capítulo 9

29 3 0
                                    

Salí al jardín trasero después de discutir con Boruto. El idiota conseguía sacarme de quicio con las cosas más pequeñas, pero me parecía injusto que tratara así a Kawaki por romper el jarrón. Es decir, entiendo el punto de vista de Boruto, estoy segura de que yo hubiera reaccionado igual, pero se disculpó y parecía arrepentido.

Suspiré.

—Debí cerrar la boca. —murmuré.

El arrepentimiento se apoderó de mi. La conversación no iba conmigo y, en vez de aligerar el ambiente, lo empeoré. No me gustaba estar a malas con Boruto,  a pesar de las constantes discusiones que teníamos cada vez que nos veíamos, o teníamos una oportunidad para molestar al otro, siempre nos reconcialábamos.

No sé si en esta ocasión sería así al ponerme del lado de Kawaki.

—Yuki.

Eché la cabeza hacía atrás, el Séptimo estaba parado detrás mía con una brillante sonrisa. A su espalda, Kawaki.

—¿Quieres venir? —preguntó. Miré a Kawaki y al Séptimo con cierta desconfianza— Voy a enseñarle Konoha.

—Supongo que sí.

Los tres salimos de la casa Uzumaki con el Hokage marcando el camino que seguiríamos. Naruto paseaba tranquilo por las calles, disfrutando del día y la gente de Konoha.

—Veo que el Hokage no tiene mucho trabajo. —por poco me tropiezo con mi propio pié.

Miré a Kawaki con sorpresa. Hasta ahora no hacía más que estar a la defensiva, por eso me sorprendí cuando dijo eso.

—No seas sarcástico. —Naruto giró la cabeza sin dejar de caminar— Vamos a divertirnos.

—Miedo me da cuando dice eso. —le hice saber— Su concepto de diversión difiere mucho del resto.

—¿Eso crees? —asentí.

Kawaki se detuvo para mirar la gran pared rocosa del fondo. Naruto también miró aquel gran monumento que solo Konoha poseía.

—Es la Roca de los Hokages. —le explicaba— Se esculpen los rostros de cada uno.

—A usted le hicieron algo desproporcionado. —comenté, pasando por su lado.

—Dame un respiro, Yuki. —alcé las manos con inocencia.

A lo lejos había divisado dos conocidas siluetas en un puesto de comida.

Eran ChouChou y Sarada.

—¿Qué hacéis? —hablé a sus espaldas. Ambas se giraron con el susto reflejado en sus rostros.

—¡Yuki! —ChouChou me regañó con la mirada— ¿Cuántas veces te he dicho que no hagas eso?

—No las suficientes. —dijo Sarada— ¿Qué haces aquí?

—De paseo con el Séptimo y Kawaki.

Los recién nombrados se acercaron a nosotras.

—Hola. —saludó Naruto.

—Buenos días, Séptimo. —devolvió Sarada el saludo— Es raro verlo aquí a estas horas.

Dejé al Séptimo con ellas mientras yo iba a ver el cartel del puesto en busca de las ofertas de la semana. No llevaba mucho dinero encima pensando que no pararíamos en ningún puesto.

—Es más guapo de lo que esperaba. —escuché decir a ChouChou sobre Kawaki.

Por curiosidad, le miré de arriba abajo en busca de aquello que llamó la atención de ChouChou. Era más alto que nosotras, sus brazos dejaban ver que era de buena complexión, bajo el ojo izquierdo tenía el número "IX" tatuado, en la ceja derecha dos piercings, las orejas perforadas, el pelo negro con los lados rapados en un tono rubio y los ojos de un color gris casi plata.

El Karma | Kawaki | [Boruto: Naruto Next Generation]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora