Asta es una chica huérfana que no tiene ningún tipo de poderes en un mundo en donde todo el mundo es capaz de hacer magia. Aun con esa desventaja, se embarca en una aventura para cumplir su sueño de convertirse en el próximo Rey Mago con ayuda de su...
Luego de una pequeña celebración, todos entraron a la base, Magna guio a Asta a su nueva habitación que estaba muy sucia, ya que nadie lo utilizaba y ya de paso, alguien estaba durmiendo en la ventana, era un pequeña ave, sus plumas eran de color azul oscuro, las plumas de su pecho era de color blanco y de forma de un circulo esta una área de color rojo en su cara. Dejado eso de lado, ahora estaba Asta enfrente de su nueva habitación junto a Magna.
- Esta es tu habitación. - dijo Magna detrás de ella. - ¿Qué te parece? Es tristemente enana y sucia, ¿eh? - se ríe un poco. - Mi habitación es el doble de grande. - presumió Magna.
- Si, es pequeña y esta sucia. - dijo Asta posando uno dedo en una mesa llena de polvo. - Pero así esta bien, empezare a limpiarla.
- ¿Crees necesitar ayuda para eso? - pregunto Magna entrando un poco a la habitación.
- No, podre hacerlo sola, gracias. - luego se dio la vuelta para mirarlo. - Oiga Señor Magna, ¿Alguien sabe donde esta la base de Amanecer Dorado?
Pensó por un momento Magna antes de contestarle. - Eso no sabría decirte. - respondió con sinceridad. - ¿Por que lo preguntas? - pregunto Magna curioso.
- Por nada en especial. - contesto. - ¡Muchas gracias, Señor Magna!
- No tienes porque darme las gracias. - le dijo. - Y recuerda hacer una carta a la gente de la iglesia. ¿Son tu familia, no?
- ¡Si! - contesta feliz.
- Una mujer no preocupa a los demás. Nos vemos. - dice para luego darle la espalda. - Si sucede algo, ven a verme. - dice al mismo que se acomodaba los lentes y luego se va.
- ¡Si! ¡Muchas gracias! - agradeció gritando un poco luego cerro la puerta de su habitación y empezó a limpiar. Terminando de limpiar, empezó a escribir la carta para los de la iglesia. "Este es mi primer castillo. Desde aquí ascenderé hasta llegar a ser Rey Mago", pensaba Asta escribiendo la carta para luego ver hacia la ventana, podría verse la luna que brillaba en lo alto, en una noche hermosa. "No perderé, Yuno", seguía pensando Asta mirando la luna con una leve sonrisa, siguió escribiendo la cara para lo de la iglesia y para Yuno, luego se fue a dormir.
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Ya en otro lugar, específicamente en la base de Amanecer Dorado, estamos en la que seria la habitación de Yuno de ahora en adelante. Todo era extremadamente elegante y costoso a la vez.
- Esta habitación es demasiado buena para ti. - comento Klaus estando parado en medio de la habitación. - Mañana te explicare el trabajo de los caballeros mágicos. - dijo mientras se acomodaba sus lentes. - No me gusta ser tu instructor, pero son ordenes del capitán Vangeance. - hablaba mientras Yuno se quedaba callado. - ¿Me oyes?
- Soy Yuno. - dijo eso llamando la atención del mayor. - Mi nombre es Yuno, Klaus.
- "Señor". - corrige el mayor. - Me llamaras señor Klaus.
