Más que una clase

Capítulo 16: Malas noticias

Luna..........................................

Por primera vez en mi vida pude darme realmente cuenta de lo que mi cuerpo podía hacerme sentir, o tal vez era el cuerpo de Noah. No importaba porque ambos se habían fundido en uno solo. Y había sido una experiencia única. Angustiante y algo dolorosa, pero llena de placer y deseo.

Permanecimos unos minutos acostados, abrazados. Cuando el suelo se apoderaba de mí Noah se dirigió al baño. Luego de que volviera a la cama no pude conciliar el sueño, no dejaba de pesar en lo que acababa de hacer, Noah y yo realmente lo habíamos hecho, finalmente.

Asegurándome de no despertar a Noah, me puse algo de ropa y salí al jardín. Me senté recargada contra la cabaña por un momento pero me levanté al notar una silueta debajo del árbol junto a la piscina. Era su madre, decidí acercarme.

-Querida, creí que ya estarían dormidos.- Me dijo cuando me senté junto a ella.

-Noah lo está, yo no puedo dormir.- Me avergoncé al pensar en el por qué de eso.

-Yo tampoco...- Dejó las palabras en el aire y luego de una pausa dijo:- estoy muriendo.- Sus palabras me dejaron desarmada.

-Todos.- Fue lo único que me atrevía decir.

-Pero a mi me queda poco tiempo.- Yo no respondí.- No tengo miedo por mí, ni siquiera por Lydia. Son Horace y Noah quienes me preocupan. Temo que luego de mi muerte no se hablen más.

-Estoy segura de que no pasará.- Dije como queriendo consolar.

-Yo no.- Me brindó una triste sonrisa.- Agradezco que estés con él, Luna. A mí no me importa tu edad. Veo lo feliz que lo haces y con eso me basta.

Eso provocó que yo sonriera levemente. No hablé. Ambas permanecimos mirando al cielo.

Se escuchó un auto en la entraba, Kate volteó cuando se escucharon suidos en la casa y algunos balbuceos que reconocí como la voz de Horace.

-Me temo que ha estado tomando. Voy a recibirlo.- Se levantó cuidadosamente y ambas sonreímos.

Pude ver cómo su delgada silueta desaparecía al interior de la casa. Volví a la cabaña.

-Luna...- Escuché una voz suave y pude sentir unos labios besando mi cuello.- Luna...- Noah me despertaba- Ambos estábamos en ropa interior, cubiertos por una sabana. Giré hacia él y sonreí con un poco de vergüenza.- ¿Te encuentras bien?- Asentí con la cabeza.

Aún no podía aceptar lo que había ocurrido. Oculté mi cabeza debajo de la sábana y Noah acercó su cuerpo al mío, levantando la sábana para poder verme. Lo besé porque era lo único que no me hacía sentir avergonzada. Nos abrazamos y besamos con más fuerza, comenzó a recorrer mi cuerpo con su mano y se colocó sobre mí, fue bajando sus besos poco a poco, por mi cuello, por mi pecho, por mi estómago...

-Noah- Gritó Lydia desde fuera al tiempo que tocaba la puerta.- El desayuno está listo, lo tomaremos fuera.

-Ok- Contestó Noah poniendo los ojos en blanco. Se acercó a mí y susurró:- Algún día te tendré solo para mí y no habrá quien pueda detenerme...- Me dijo seductoramente.

-¿Es una promesa?- Le dije con el mismo tono.

-Es una promesa- Me besó lentamente en los labios y se levantó a cambiarse de ropa.

Noah..............................................

Luna ya me había comentado que mi padre ya se encontraba en casa, pero aun así no me sorprendía no verlo en el desayuno. Era obvio que daría cualquier pretexto para no tener que verme con ella. Pero no me importaba, Luna y yo nos habíamos entregado el uno al otro y con eso me bastaba. Bastaba con ver su sonrisa para que mi corazón se alegrara.