Renacimiento de la pequeña nuera en los 80 - Parte 6

Capítulo 1061: Niños

Fang Xiu observó la apariencia de Jing Xin y notó que este hombre había cambiado mucho después de varios meses. Esto era bueno de alguna manera, habían hablado con la otra parte y, a partir de ahora, nadie volvería a perturbar su vida. Solo esperaba que Jing Yuan tuviera suficiente sentido común y no volviera a hacer ningún otro movimiento.

"¿Cómo te encontraste con Qin Xue y Chu Molin esta vez?" Fang Xiu preguntó a Jing Xin.

"Podríamos llamarlo destino. No sabía que te habías ido con ellos a su casa. Esta vez nos asignaron al mismo lugar y nos encontramos durante la comida en el centro de acogida. Fue entonces cuando el jefe me contó sobre tu situación. Xiu, realmente lo siento mucho, te hice pasar por tantas dificultades". Jing Xin sostenía la mano de su esposa y realmente se sentía como un bastardo. Debido a su descuido, su esposa había terminado en su estado actual.

"No seas tonto, no lo hiciste a propósito, ni lo deseaste. Nadie de nosotros lo deseaba, solo Jing Yuan espera que me vaya mal, pero cuanto más espera eso, más me esforzaré por vivir bien y mostrarle que Fang Xiu no es tan fácil de derribar". Fang Xiu realmente no quería que nadie se burlara de ella.

"De acuerdo, mi esposa es como una cucaracha inmortal, su perseverancia incluso asusta a su esposo". Jing Xin dijo, y ¿no era así? Una mujer que podía irse con su hijo mientras estaba embarazada y llevar una buena vida, a pesar de que Qin Xue y los demás les ayudaron, todo era gracias a su esfuerzo. Si no fuera por ella, aunque Qin Xue y los demás ayudaran a muchas personas, no la habrían ayudado a ella. Así que sí, ella era realmente talentosa.

(Yuri04243: Aquí no se me vayan a enojar con Jing Xin, ya que lo de cucaracha inmortal no lo esta diciendo en forma de insulto, es solo que esta frase del chino al español no suena muy bien que digamos)

"Jeje, ser firme como madre, ser fuerte como madre, eso también me obligó". Después de escribir esta frase y colocarla en el brazo de Jing Xin, Fang Xiu dejó de hablar con él. Ella quería regresar y ayudar a cuidar a los niños, y dejar que el tío Qin y los demás se encargaran de las tareas. No podía ser una carga y no podía ayudar mucho.

"Ser firme como madre, ser fuerte como madre", de hecho, esta frase ha hecho que muchas mujeres débiles asuman responsabilidades que los hombres no pueden hacer y las cumplan incluso mejor que los hombres. Después de pensar en esta frase, Jing Xin no pensó en cómo son los hombres, sino en la dificultad de ser mujer. A partir de ahora, él debe tratar bien a su esposa. Desde que ella estuvo con él, su vida no ha sido fácil. A partir de ahora, él no permitirá que nadie la vuelva a intimidar. Ella es solo su esposa, la madre de sus hijos, no una nuera de la familia Jing.

Jing Xin ahora se dio cuenta de que, cuando se lo propone, hay cosas que no son tan difíciles de lograr.

La pareja se dirigió lentamente hacia la casa de la familia Qin. Hoy es la víspera del Año Nuevo y no había mucha gente en la calle, todos estaban ocupados preparando las celebraciones del Año Nuevo y la cena de Nochebuena.

Qin Xue y Qin Yu estaban esperando a su hermana, pero no esperaban que cuando ella regresara, trajera a unos pequeños acompañantes.

"Bebe, ven aquí para que mamá te dé un beso. ¿Has estado pensando en mamá?" Qin Xue miró a su hermana y a los niños en las manos de Xue Ling mientras preguntaba, y les dio un beso a cada uno en la mejilla.

Yu Ze miró a su madre, quien regresó sin siquiera prestarles atención. ¿De verdad no los quería después de haberse ido por unos días? Pero ahora que veía su apariencia, no parecía que no los quisiera, ¿entonces por qué?

"Bebe, pensé que todavía estaban durmiendo, pero resulta que ya estaban despiertos. Papá y mamá regresaron muy tarde anoche, así que no quisimos molestarlos mientras dormían. Cuando nos levantamos esta mañana y no los vimos, pensamos que tal vez todavía estaban durmiendo porque estuvieron muy inquietos por la noche. Pero resulta que nuestros preciosos bebes ya estaban despiertos y no lloraron". Qin Xue miró a los dos niños, sin saber a cuál abrazar primero.