Capítulo 1181: Fideos agridulces (2)

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"Hermana, todos quieren comer", Qin Jiale salio a preguntar a todos y luego se acercó a la cocina para contarle a su hermana los resultados de su consulta.

"De acuerdo, ve a llamar a Ouyang para que venga a comer", respondió Qin Xue después de obtener la respuesta y comenzó a hacer fideos picantes y agrios.

Preparó los fideos remojándolos y luego preparó los ingredientes como encurtidos y cebolla verde.

Cuando Ouyang Ziyu llegó, Qin Xue ya había terminado de hacer los fideos. En cada tazón, agregó una cucharada de aceite de chile por encima, así que los fideos picantes y agrios deliciosos estaban listos.

"Qin Xue, ¿qué has preparado? Huele delicioso", exclamó Ouyang Ziyu tan pronto como entró. Cuando Qin Jiale la llamó, no mencionó que era lo que  Qin Xue había preparado para comer, solo le pidió que viniera a comer.

"El nombre no es importante, de todas formas, es algo que te hará agua la boca. Ven y ayúdame a llevarlo a la mesa", respondió Qin Xue sin siquiera levantar la cabeza.

"De acuerdo, estos fideos huelen deliciosos", dijo Ouyang Ziyu mientras observaba los fideos sabrosos y fragantes. El aroma realmente hizo que las papilas gustativas salivaran.

"Creo que no has comido cosas deliciosas en la capital, ¿verdad? Por eso dices que todo lo que hago es sabroso", Qin Xue estaba realmente impresionada, sin importar lo que cocinara, Ouyang Ziyu siempre elogiaba su comida.

"Quizás sea porque la comida que haces se ajusta a mi gusto", respondió Ouyang Ziyu. No es que no haya comido antes, pero cada vez que come es algo similar, mientras que en la casa de Qin Xue, ella siempre prepara algo diferente.

Por eso piensa que lo que hace Qin Xue es delicioso. Después de todo, es necesario variar el sabor de vez en cuando, ¿no es así? De lo contrario, se cansaría de comer lo mismo y perdería el apetito.

"Vivo en la calle XX, si alguna vez quieres comer, ven a buscarme y te lo cocinaré", dijo Qin Xue mientras veía su expresión ansiosa. Chu Xiaoqiao sabía cómo cocinar también y ella  siemrpe estaba en casa, ¿no?

"Qin Xue, eres realmente genial, entonces no me contendré", exclamó Ouyang Ziyu sin esperar que Qin Xue incluso le diera su dirección en la capital.

"Bueno, puedes comer lo que comamos entonces", respondió Qin Xue con una sonrisa.

Qin Xue podía satisfacer los deseos de Ouyang Ziyu en cuanto a la comida, así que para ella solo significaba añadir otro plato y utensilios.

"De acuerdo, cuando tenga días libres iré a tu casa a comer gratis", respondió Ouyang Ziyu mientras se iba y recordaba las palabras de Qin Xue.

"Está bien, ven. No tengo problema, entonces todos estarán juntos. Puedo invitar a todos, pero por favor, no vengan uno hoy y otro mañana", dijo Qin Xue sin temor a cocinar para todos, pero no quería tener que invitar a alguien todos los días.

"Por lo que dices, parece que conoces a mucha gente allí. ¿No dijiste que recién llegaron a la capital? ¿Ya conoces a tanta gente?", escuchó Ouyang Ziyu las palabras de Qin Xue tan pronto como entró a la cocina nuevamente.

"Conocí a algunas personas cuando estaba en la provincia de S. Solo conocí a unas pocas personas allí", Qin Xue pensó por un momento y se dio cuenta de que había conocido a varios amigos.

"Bueno, haces amigos más rápido que yo", comentó Ouyang Ziyu, realmente impresionada por Qin Xue.

En solo unos días, se habían vuelto amigas. Y ahora ella estaba en su casa, así que ya eran dos conocidas más: ella y Qingzhu. Parecía que era más beneficioso para ella porque ahora conocía a toda la familia de Qin Xue.

Ouyang Ziyu solía hacer amigos rápidamente, pero nunca había tenido una relación tan cercana y buena tan rápido como con Qin Xue. No sabía por qué, pero sentía una especie de confianza misteriosa hacia Qin Xue.

Así que ahora confiaba en la familia de Qin Xue de la misma manera.

"Tú tampoco estás mal", Qin Xue sonrió a Ouyang Ziyu. Para ella, hacer amigos era una cuestión de afinidad. Si no había afinidad, no se esforzaría por entablar una amistad profunda con esa persona.

Renacimiento de la pequeña nuera en los 80 - Parte 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora