Renacimiento de la pequeña nuera en los 80 - Parte 6

Capítulo 1065: Comprando una casa encantada (1)

Cuando Qin Lei llegó a la casa del Jefe de la aldea y estaba sacrificando pollos. Esto hizo que Qin Lei sintiera que había llegado en un mal momento. Sin embargo, hoy era víspera de Año Nuevo y si no venía ahora, sería año nuevo después del mediodía. ¿Quién haría estas cosas después?

"¿jefe de la aldea está muy ocupado?" Qin Lei se acercó al jefe de la aldea mientras lo veía sacrificando pollos y le preguntó.

"Oh, es Lei Zi, ¿tienes algún asunto al venir?" El Jefe de la aldea se sorprendió un poco al ver a Qin Lei. ¿Por qué viene a su casa en este momento? ¿No debería estar sacrificando pollos y patos?

"Siempre hay un motivo cuando vengo a buscarte. De lo contrario, no vendría en este momento", Qin Lei sonrió y bromeó.

"Bueno, dime qué pasa. Estoy escuchando, no es como si estuviera muy ocupado o algo así. Trae una silla y siéntate. Todavía tengo que terminar de matar estos pollos", el jefe de la aldea vio la expresión de Qin Lei y no hizo ningún gesto para detenerse. En este pueblo, todos saben cómo es cada uno.

"Está bien, entonces lo diré directamente", Qin Lei vio que el jefe de la aldea estaba ocupado, así que no fue cortés.

"Habla, ¿qué pasa? Sé que siempre estás muy ocupado últimamente también", el jefe de la aldea estaba limpiando las plumas del pollo.

"Si, he estado ocupado tratando de ganar un poco más de dinero para la familia. Hoy vine a hablarte de algo. Quiero comprar la casa de la anciana", Qin Lei explicó su motivo.

"Lei Zi, sabes cómo está la situación con esa casa. Muchas personas la han intentado comprar y no han tenido éxito. ¿Estás seguro de que la quieres?" El jefe de la aldea no esperaba que Qin Lei viniera hoy a hablar de eso.

"Sí,. ¿No ocurrió un terremoto en el condado XX hace unos días? Mi yerno es militar, eso es algo que todos saben. Mi hija y él fueron a ayudar en las tareas de rescate y ayudaron a una mujer embarazada que entro en labor de parto y se fracturó una pierna. Xiao Xue la vio tan desafortunada que decidió traerla de vuelta. La mujer que dio a luz no puede quedarse en casa, así que pensamos en la casa de esa anciana que se decía que estaba embrujada. Ambos tienen una fuerte energía yin, por lo que no hay riesgo de conflicto". Qin Lei explicó sus razones, no quería que la gente del pueblo pensara que su familia había hecho fortuna y comenzara a decir comentarios desagradables.

Aunque Qin Lei no temía los comentarios desagradables, era mejor evitarlos en un pueblo donde todo el mundo se conocía.

"Así que eso es lo que pasa. Bueno, está bien. Originalmente, se decía que esa casa costaba cien yuanes, pero después de todo el alboroto, el precio bajó a ochenta. Si estás seguro de que la quieres, te daré las llaves más tarde". El jefe de la aldea entendió la situación de inmediato. Aunque otros no lo sabían, él sabía que la esposa de Qin Lei también había sido acogida en su casa, por lo que no le pareció extraño que la familia de Qin Lei tomara esta decisión.

"Gracias, jefe de la aldea. Sin embargo, me gustaría que me ayudes a redactar un documento legal más tarde. No importa cómo lo veas, estoy comprando esta casa para acoger a una mujer que dio a luz. A partir de ahora, tanto lo bueno como lo malo serán responsabilidad de mi familia Qin. Además, esto evita cualquier problema futuro". Qin Lei sabía que el jefe de la aldea estaría de acuerdo.

La casa había pasado por varias manos sin ser vendida, y si seguía sin comprador, eventualmente colapsaría. Si bien no se ganaría mucho dinero al venderla, el pueblo tenía un fondo común que se utilizaba para apoyar a estudiantes universitarios y se destinaba a los gastos de los ancianos solitarios. Esto evitaría que todos tuvieran que reunir dinero nuevamente, lo cual era un gran gasto para los habitantes del pueblo. Por lo tanto, todos querían vender esa casa.

"Por supuesto que es posible. También sé que hay algunas personas problemáticas en nuestro pueblo, pero todos hemos vivido aquí durante generaciones y no puedo decir mucho al respecto". Cuando el jefe de la aldea escuchó a Qin Lei, comprendió la situación. Era bueno de esta manera, la casa había pasado por muchas manos y no se había vendido, así que era apropiado que Qin Lei redactara un documento legal.