Matar o Morir [Dreamnotfound]

12

No quiere creer que sea cierto lo que está pensando. Dream no se veía como alguien que guardara rencor y mucho menos que lo desquitara matando. Además, Dream no era la única persona que había perdido a un familiar o a un amigo en un tiroteo escolar.

Con una nueva posible característica para el perfil del asesino siente que está más cerca que antes y que incluso podría encontrarlo pronto.

Llama a Quackity y este contesta casi al instante.

—Habla —le dice Quackity.

—Vas a arrepentirte de haberme dejado. ¡Acabo de descubrir algo muy importante sobre el asesino serial!

—¿Qué es? —su voz no denota mucha felicidad.

—Puede que la persona detrás de esto haya perdido a alguien importante en un tiroteo escolar. No es algo seguro, pero es una probabilidad. Debería investigar a las otras víctimas si fueron partícipes de algún tiroteo.

—Eso está bien.

—Estás muy animado, ¿no? —dice George con sarcasmo al notar lo muy aburrido que sonaba Quackity.

—Perdón. Tengo la cabeza en otro lado. Espero que encuentres información.

Quackity cuelga. Le resulta extraño su comportamiento incluso llega a sentir que no es Quackity en realidad. Mas no podía detenerse en ello. Debía empezar a investigar.

Nuevamente le llega un mensaje de Dream.

Dream

Mira qué te compre.

También le manda una imagen donde aparece él con un sombrero vaquero puesto.

Era obvio que estaba en Texas y no matando gente por ahí en Florida. Se había preocupado por nada.

Dream

Está muy lindo <3

...

Se levanta de su silla y se estira. No sabe cuánto tiempo a estado frente al computador editando fotografías. Ve que ya está anocheciendo y cierra las cortinas.

Se dirige a su maleta que aún yace sobre la cama y busca su calendario, pero no lo encuentra. Saca toda la ropa, artefactos, carpetas y sobres, pero no está por ninguna parte. ¿Acaso lo había olvidado? No. Era imposible que lo haya olvidado. Había hecho una lista de todo lo que tenía que llevar y estaba seguro que lo había metido.

Toma el teléfono de la habitación y llama a George.

—¿Hola? —lo escucha decir.

—Hola, George. Soy yo, Clay. Eeeh... Pues quería preguntarte si... ¿Te gustaría ir a un hotel cinco estrellas con tu amigo?

—¿Por qué lo preguntas?

—Es que olvidé que había hecho una reservación para nosotros antes de que me fuera de viaje y ya no puedo cancelarla. Así que para no perder ese dinero, ¿no te gustaría ir?

—Mi amigo ahora no está en Florida, pero puedo ir solo.

—¡Sí! No hay problema. Te paso los datos en un momento. Adiós, amor.

—Adiós.

Dream suspira y se apoya en la pared. Lo único que espera es que si su calendario lo había dejado en casa George no lo viera. Igualmente George seguramente no tendría idea de lo que eso era. Era imposible que estuviera tan al tanto de las víctimas del asesino serial como para recordar los nombres.

...

Apenas termina la llamada con Dream agarra su maleta y empieza a meter lo necesario. En un hotel de ese estilo no se debería preocupar de limpiar o de la comida. Podría investigar todo el día sin mayor preocupación.

Llega al hotel y se asombra de la magnitud y belleza del lugar. Ir solo ya de por si se veía emocionante, pero seguramente con Dream hubiera sido mil veces mejor.

Lastimosamente no tenía tiempo para disfrutar de todas esas maravillas, por lo que se encierra en su habitación.

Después de horas de búsqueda llega a encontrar que su teoría tiene un mayor sustento.

Todo se aclara al encontrar información sobre la primera víctima. El momento en el que todo empezó. Siempre la primera víctima era lo que más información daba. Normalmente tiene una relación directa con el asesino, por lo que solo sería de buscar a amigos, familiares o alguna expareja para estar cerca.

...

Cuando llega a la casa tampoco está allí su calendario. Se da la molestia de ir a cada rincón de la casa, mas no hay nada que le indique dónde podría estar. No hay otro lugar en el que podría estar. No estaba en casa de sus padres, ni en la suya, ni en la habitación de hotel que había reservado para más privacidad. Entonces, ¿dónde estaba?

...

Son casi las cuatro de la mañana. Ha aguantado despierto toda la noche con una taza de café. No sabe cuántas horas lleva investigando hasta que algo lo ilumina.

Hay un patrón.

Todo está en las fechas que ocurrieron los tiroteos. Si encontraba quien era el responsable tiroteo posterior al que había causado esa mujer, solo le faltaría encontrar donde vive y ahí sería el próximo lugar a donde iría el asesino.

Empieza a teclear como un loco. Sus ojos leen todo con rapidez. Está tan enfocado en lo suyo que no se da cuenta que su celular se está quedando sin batería. Y aunque aquello podría no ser tan importante, en realidad lo es.

...

Regresa a su habitación de hotel pensando que ya no encontraría si calendario, pero apenas se sienta en su escritorio se da cuenta que está encima del teclado.

Mira hacia todos lados buscando a alguien. Abre el armario, mueve las cortinas, mira por debajo de la cama y no hay nadie. Era obvio que alguien había entrado en su ausencia y que había dejado el calendario allí.

Había alguien que sabía su siguiente movimiento.

Era su fin.