Una chica hermosa y astuta que logró grandes cosas, a pesar de su pasado.
Se ve envuelta en el peor error de su vida tras conseguir un tutor privado, y en un mundo donde todos quieren herirla, ella tendrá que adaptarse para no ser presa de nadie.
La...
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30 A tus pies.
Kitana estaba perdida en su propia fantasía; esa estúpidez que Toji jugaba con Gojo la tenía completamente excitada, incluso la desesperación de Gojo la estaba estimulando, abrió las piernas completamente obedeciendo a Toji. Aunque Gojo no quisiera admitirlo verla de piernas abiertas frente a él, lo estaba excitando al punto de querer explotar; pero la horrenda historia de Toji también lo mantenía cuerdo y estaba llegando al límite de su enojo.
Vio a Toji mover a un lado su ropa interior para que Gojo pudiera ver mejor lo que haría. Kitana ahora estaba completamente expuesta ante Gojo, quería fingir vergüenza, pero ella no era asi; esto le encantaba y su cara lo demostraba. Una electricidad recorrió su espina dorsal por la escena de ella exibiendose de esa manera ante él. Toji comenzó a bajar una de sus manos que tenía en sus pechos hacía su zona mientras continuaba narrando lo que le hizo Naoya, comenzó a acariciar su punto más sensible, para justo despues meterle dos dedos y comenzar a moverlos rápidamente, mientras Kitana se retorcía de placer. Eso fue todo lo que pudo soportar Gojo.
—¡Ya sueltala Toji!—gritó enfuerecido mientras se acercába a ellos e intentaba quitar su mano de dentro de Kitana.
Kitana pensó por un segundo que ver así de enojado a Gojo era muy bueno, que escuchara la historia de el día que le dió la espalda y la destruyó era aún mejor, pero nada se comparaba a ver sus expresiónes desesperadas por evitar que siguiera siendo tocada por Toji frente a él. Eso era lo mejor de todo; Esperaba que se desesperará y sufriera, al menos un poco, en venganza. Kitana apartó la mano de Gojo; dejándolo en completa confusión.
—¿No te gusta oír lo que me pasó ese día? Es una historia muy entretenida...— dijo Kitana con dificultad— ¿o no quieres manchar tu conciencia? —No Kitana, no es eso, pero estas borracha y él como el imbécil que es, se esta aprovechando de eso; no creo que esta sea la manera de... —No te metas— reclamó Kitana mientras intentaba recomponerse— no tienes derecho a impedirme nada— Kitana cerró sus piernas y se sentó sobre él regazo de Toji que solo la acariciaba mientras observaba lo que pasaba. Gojo se alejó incapaz de creer que estuviera en esa situación, viendo como la chica que amaba había sido corrompida de esa manera, desesperado por no poder hacer nada al respecto.
—Puedes irte, unirte o quedarte ahí, viendo como un idiota, yo voy a continuar— dijo Toji mientras sonreía y besaba el cuello de Kitana.
Gojo salió enojado de la habitación, golpeando la pared que tenía enfrente, varias veces seguidas con toda su fuerza, furioso, porque si el hubiera hecho las cosas bien desde el principio con Kitana, no habría tenido que verla siendo manoseada y tomada por Toji con sus propios ojos. Estaba por irse, ya no podía soportarlo...pero no podía dejarla ahí, se suponía que él la protegería de Toji y ahora los estaba dejando solos. Tenía que volver, pero necesitaba fuerza para hacerlo. —Eso dio mucho miedo— dijo uno de los guardaespaldas cuando Gojo se fue. —rompió la pared—señaló Choso. —¿pero no es de concreto?—preguntó sorprendió otro de ellos. —Si...
