𝔻𝕖̀𝕛𝕒́ 𝕍𝕦 •𝕂𝕠𝕣𝕣𝕒𝕤𝕒𝕞𝕚•

Capítulo 8: Happier Than Ever, Billie Eilish

—Sato... No hagas eso —pidió la morena, con el rostro rojo.

—¿Hm?, ¿qué cosa, Korra? —dijo la mayor, desde la cama.

—Me... Miras con intensidad... Siento que tu mirada va a clavarse en mi cuerpo —exageró la morena, pero no mentía del todo.

—No estoy haciendo nada, Smith —respondió con calma, bebiendo poco a poco de su refresco, se relamió el labio inferior y sonrió al ver que su pareja siguió desvistiéndose—. No te quites el bóxer.

—¿Qué?, ¿por qué? —se giró para verla, pero se cubrió el frente con ambas manos, estaba avergonzada por no pasar desapercibida.

—Porque tu bóxer es bastante bonito... Y tierno —se burló, acomodándose mejor mientras veía a la morena de pies a cabeza—... ¿Por qué te pusiste eso?

—¿Por qué no lo haría?, me lo compró mi novia —admitió bastante avergonzada, ¿por qué?, el bóxer que utilizaba tenía ositos de distintas razas, algo que se le hizo gracioso a Asami creyendo que Korra nunca se los pondría.

—Vaya... Entonces debes decirle a tu novia que te compre más de esos —volvió a burlarse, terminándose la bebida para después dejar la botella a un lado de la cama. La de ojos verdes le hizo un gesto de acercarse a la menor—. Ven aquí, Korra.

La nombrada se mordió el labio inferior y suspiró para dejar ir los nervios, lentamente avanzó por la madera oscura hasta dar con la cama, gateo por la misma, llegando con Asami, poniéndose de rodillas entre sus piernas.

—Tu cuerpo es bastante hermoso, ¿sabes?... Me alegra mucho ser quien pueda tocarlo, morderlo y besarlo —susurró, deslizando sus manos con cuidado por su abdomen trabajado hacia sus pechos, los cuales apretó ligeramente, provocándole un gemido bajo a la alfa—... Es una fortuna tenerte, cariño...

—¿Solo por mi cuerpo?

—Sólo porque eres tú, de quien me enamoré desde hace tantos años —respondió en un susurro sutil, pero audible—. Esa Korra que tenía una personalidad extrovertida y aventurera, que aunque no lo notan mucho, le preocupan los pequeños detalles y el resultado de la situación que tanto piensa —Korra sonrió nuevamente, tomó las muñecas de Asami y las besó con cuidado—... Pero debo admitir que ésta Korra me vuelve loca también.

Una risa ronca salió de los labios de Asami, la morena resopló y mordió las palmas de la kappa, después se acostó sobre ella, ya que abrió sus brazos para recibirla con su calor corporal. Asami dejó un pequeño beso en su frente y se arropó junto a ella.

—No sé qué haría sin ti, Korra...

—Ni yo sin ti, Sato —Korra dejó un beso en su cuello, para después subir a sus labios y besarlos con dulzura, acomodándose mejor sobre ella para después cerrar los ojos.

Korra estrelló una botella de licor, sobre un muro de concreto, viendo cómo lentamente el líquido se abría paso entre el camino y terminó llegando a sus pies.

Se presionó los ojos por unos segundos, antes de recoger las piezas rotas de la botella, con los cuales llegó a cortarse las yemas de los dedos pero no se quejó ni nada. Tiró lo que rompió en un cesto de basura y siguió caminando, se puso la capucha de la sudadera y metió las manos en los bolsillos de la misma.

Su mente divagaba en los últimos recuerdos que vivió con ese par, ¿era normal eso?, intentaba no pensar en Asami, pero parecía que eso sería totalmente inevitable.