capitulo 7 ;

136 7 0
                                    

《Anna's POV》


La semana había pasado, hoy es sábado. Ya había vuelto a mi apartamento, y las cosas -respecto al tema "Will"- estaban mucho más tranquilas. Ya me había recuperado de los dolores, aunque los moratones estaban aún, en menor intensidad, pero al fin y al cabo seguían ahí. Había decidido volver al gimnasio, básicamente para hacer boxeo. Ya estaba lista para ir, tenía puestos un short de deporte negro, un top gris -también de deporte, obvio- y unos Nike gris. Cuando llegué fui directo al saco. Comencé a golpearlo, cada vez con más fuerza, inconscientemente. Cuando me di cuenta ya era hora de volver. Eran las 17 y 30. Hoy era la cena con la mamá de Dominic. Cuando le pregunté que quería como regalo me dijo que ni loca me permitiría que le regalara algo. Por eso sólo decidí, aunque sea, comprarle un pastel.


Me duché. Opté por un pantalón cargo -de mujer- negro , botas de piso tipo militar, también negras y una camiseta de leñador roja. Me maquillé muy poco y me hice una coleta alta. Estaba revisando mi teléfono, tenía algunos mensajes de Halley, estaba terminando de responderlos y llamaron a la puerta, envié y corrí a ver quien era.


-Dominic -Saludé- Estaba por agarrar la moto para ir.


-¿La moto?-Frunció el ceño- ¿No arreglamos que iba a venir a por ti?


-¿Cuándo? -Fruncí el ceño también


-¿No lo hicimos? Joder, lo olvidé. -Reímos -No importa, ¿vamos?


-Sí, ah, espera, tengo que buscar el pastel. -Corrí al refrigerador, donde estaba el pastel dentro de una caja. La tomé y volví con Dominic. -Listo, ya podemos ir.


-No era necesario el pastel, Ann.


-Es lo menos que puedo llevar. Tú mamá no me permitió llevarle ningún regalo, por lo menos quiero llevar ésto.


-Como quieras- Lo agarró con una mano. Cerré con llave. Me abrió, aún con la mano, la puerta de copiloto. Puso el pastel en el asiento trasero, nos prendimos el cinturón de seguridad y arrancó el auto. Llegamos a la casa y entramos.


-¡Llegamos mamá! -Gritó Dominic


-¡Ya voy! -Gritó también ella, salió de la cocina limpiándose las manos.


-Hola, Clara. Muy feliz cumpleaños. -Le entregué el pastel. Ella frunció el ceño.


-Ann-Le interrumpí


-Sí, ya sé. Sólo que era lo menos que podía hacer. No me iba a permitir venir con las manos vacías. No me permitió un regalo, aunque sea un pastel tendría que traer. -Le dije sonriendo de manera inocente.


-Eres terca, cielo. -Me dijo "reprochándome" pero con una sonrisa. -Pasen, vamos a la cocina mientras termino de cocinar.


-¿Le ayudo? -Me ofrecí


-No, gracias, cielo.

dangerous ;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora