Habían pasado dos años desde que vivían con Himiko, cuando ella los encontró pensaron que era el fin de su libertad, afortunadamente no fue así.
Ella se les acercó preguntando la razón por la que estaban dentro de ese contenedor, le mintieron, ya que no confiaban en ella y en un inicio pensaron que era alguien que trabajaba para alguno de sus padres.
Por esa razón cuando la rubia les ofreció quedarse en su departamento, al menos hasta que ellos pudieran encontrar un lugar en donde quedarse y no andar en las calles, se negaron y trataron de salir corriendo de ese callejón, pero estaban muy débiles y Himiko los alcanzo rápido.
Después de muchas insistencias por parte de la rubia, ellos aceptaron a quedarse con ella.
Los primeros días fueron incómodos por la desconfianza que había por parte de ambos adolescentes con la rubia.
Por esa desconfianza, tuvieron varios intentos de escape pero de una u otra forma Himiko siempre los encontraba.
Harta de esa situación y que ambos adolescentes no confiaran en ella, la rubia les contó quién era y su pasado para que su desconfianza se fuera o al menos disminuyera.
Después de escuchar la historia de la rubia, ambos chicos quedaron hechos lágrimas y se quitaron la espina de desconfianza que tenían hacia Himiko.
Desde el día en que la rubia se abrió con ellos para contar su pasado, empezaron a formar poco a poco una relación fraternal. En la actualidad, ambos chicos veían a Himiko como una madre y ella los veía como sus hijos.
Ahora ambos chicos se encontraban en su trabajo de medio tiempo, trabajo que no necesitaban, ya que Himiko ganaba lo suficiente para vivir cómodamente los tres, pero ellos no querían ser una carga para ella.
Mucho había hecho la rubia por ellos en esos dos años, lo menos que podían hacer era ganarse su propio dinero para pagar cosas de la universidad y aligerar los gatos que tenía Himiko.
~~~Un chico rubio con los ojos delineados llevaba rato observando al albino de la caja, nunca se atrevía a hablarle, nisiquiera estar cerca de el.
Por ello lo observaba a una distancia considerable, escondido atras de los anaqueles del local.
-¿Por qué no vas y le dices que te mueres por el?- dió un pequeño salto al escuchar esa voz feminina que conocía bien cerca de su oído.
Se volteo para estar cara a cara con su amiga morena, está lo vio con una sonrisa juguetona.
-No, mejor dile que quieres que te folle hasta que no puedas caminar- tras decir eso ensanchó su sonrisa al ver el notable sonrojo del rubio.
-RUMI, NO DIGAS ESAS COSAS- se tapo rápido la boca con un sonrojo enorme en sus mejillas y orejas, y volteó en dirección a la caja, afortunadamente el albino no noto su presencia y la de su amiga.
-Bueno, si tu no vas a dar el primer paso lo haré yo-.
La morena camino hacia la caja para pagar algunos dulces y hacer notar la presencia de su amigo rubio.
-Algo más- dijo sin ganas el albino.
-Si, mi amigo- señaló en la dirección donde se encontraba Keigo- dice que eres muy guapo, babea por ti y que si le aceptas una cita.
Al escuchar eso el rubio salió corriendo del establecimiento.
-HEY COBARDE A ¿DÓNDE VAS?, REGRESA AQUÍ, NO HUYAS- giraba mientras pagaba los dulces y los tomaba para ir corriendo tras su amigo.
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Run away
FanfictionTenko y Touya se cansaron de fingir, de tener que actuar, de aparentar que eran perfectos. Decidieron huir de todo.