Touya estaba maldiciendo a Tenko y ese mocoso, por ser obligado a ir con este último.
Mientras Keigo entro en crisis; no podía ni hablarle al albino de ojos azules, y ahora, estaba por ir a un concierto con el.
Había llegado el día del concierto, era un domingo por la mañana.
Keigo estaba dormido, recién tenía una hora que lo hacía, ya que el estrés, la ansiedad y los nervios que sentía, no lo dejaban dormir desde el viernes que Tenko le había propuesto ir con su hermano a ese concierto.
Lo despertaron los insistentes golpes en la puerta de su habitación.
-Keigo, abre por favor- escucho la voz de su hermano al otro lado de la puerta.
-Izuku, es domingo, déjame dormir- se dio la vuelta en su cama y se tapo hasta la cabeza con la cobija.
-Pero un chico te busca-.
-No voy a caer en tus trucos de nuevo hermano- tras decir aquello cerro los párpados, para disponerse a dormir.
-Oye mocoso, si ibas a estar dormido, no me hubieras dicho que viniera por ti a las 7 de la mañana- se escuchó otra voz molesta, que en un inició, Keigo no supo identificar -¡abre la puerta!-.
Con esas últimas palabras; el rubio habia identificado la otra voz.
-Keigo, no es un truco, abrenos la puerta, por favor- pidió con amabilidad Izuku.
Tras identificar la voz desconocida, y las palabras de su hermano, Keigo trato de salir rápido de su cama, cosa que no logró, pero lo que si logro, fue caerse de está al enredarse con la cobija y sabana. El golpe que se dio fue tan fuerte, que incluso, se escuchó al otro lado de la puerta.
-P-perdón- su ansiedad y nervios regresaron, tras abrir esa puerta y ver al albino de ojos azules- se me había o-olvidado- comento nervioso.
-Si no lo dices, no me doy cuenta- soltó un bufido el albino -cambiate esa pijama rápido y vamos- dijo molesto el albino.
Keigo se avergonzó tras oír las palabras del albino, estás le hicieron notar que su crush lo vio en pijama, y peor aún, la pijama que usaba, según los pensamientos de Keigo en esos momentos, era demasiado "infantil".
-S-si- cerro de nuevo la puerta de su habitación con las orejas rojas de la vergüenza y rápido busco que ponerse.
Izuku soltó un suspiro y volteo a ver al albino.
-Lo siento, esto debe ser muy molesto para ti-paso una de sus manos por su nuca- Keigo suele olvidar las cosas, pero no lo hace con la intención de molestar, espero lo perdones- le dio una suave sonrisa al albino, para después caminar hacia las escaleras y dejar solo al ojiazul en aquel pasillo de la casa.
A los pocos minutos, salió Keigo vestido con una camiseta blanca, sobre está llevaba una playera transparente de manga larga, unos jeans sueltos y unas botas blancas; también llevaba su característico delineado de ojos.
-Li-listo, ya no podemos ir- dijo con el rostro agachado por la vergüenza.
-Bien-.
El primero en bajar las escaleras, fue Touya, tras de el venía Keigo con un notable nerviosismo.
Antes de salir de la casa del rubio, Izuku le dijo a su hermano que se cuidara mucho, le dio su bendición y le perdió de favor al ojiazul que cuidara de su hermanito; cosa que irritó a este, pero acepto.
El camino de la casa del rubio a la estación de trenes, fue muy incómodo y no mejoro estando abordo del tren, por lo que ambos optaron por estar en sus celulares y no dirigirse siquiera una mirada.
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Run away
FanfictionTenko y Touya se cansaron de fingir, de tener que actuar, de aparentar que eran perfectos. Decidieron huir de todo.