-Un problema.
-Un mal entendido.
-Un mal escenario.
Son los puntos que pueden cambiar la relación entre dos personas.
Eso es lo que vive Hyoudou Issei despues de que por ciertos eventos, debe de continuar con su vida en la ciudad de Tokio, el solo.
...
Vemos a la chica con una manta encima mientras seguía llorando, en este momento se encontraba sola pues no hace mucho la visita que había recibido se había ido, pero esta le dejo una lección que no olvidaría.
//Flashback//
Vemos a Yame abrir la puerta de su casa, que se fijo que una persona que conocía estaba frente a ella.
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Yame: Ranko-san.
Ranko: Yame—la chica morena la abrazo—que bueno que te vuelvo a ver, no sabes las ganas que tenia de regresar a casa.
La mirada de Yame a pesar de mostrar una sonrisa se notaba que la tristeza la invadía, lo que fue notado por la chica.
Ranko: ¿Esta todo bien? Te noto demasiado triste—comento la chica mientras ingresaba a la casa de su amiga.
Yame: No, la verdad es que mi vida ahorita es un caos.
Ranko: No me digas, chicos—la rubia asintió mientras la invitaba a tomar asiento—te digo, todos esos idiotas son iguales, solo buscan satisfacer sus-
Yame: Esta vez fue diferente—esto llamo la atención de la morena—yo malinterprete todo y aleje de mi al chico mas lindo que pude haber encontrado.
Ranko: Bueno, cuéntame que es lo que paso.
La rubia le platico de como conoció al castaño, de cómo este era diferente a los demás cuando le hablaba y que jamás noto que su mirada se posara en los pechos de ella de manera pesada. De como salió con otro chico, pero sin ser una cita y que Issei la vio. La pelea que tuvieron, pero sin mencionar la parte de que era un demonio.
Ranko: Hay amiga, que te puedo decir... creo que si ocasionaste un problema donde no lo había—la chica solo se paro y la abrazo para confrontarla—dime ¿Lo quieres?
Yame: Si, pero se que le hice mucho daño—la chica estaba con lágrimas en os ojos.
Ranko: Pues en parte si, las palabras duelen mas que los golpes, pero si ese chico aun te quiere sé que lo solucionaran—le dijo para consolarla, pero en su interior esperaba que pasara lo contrario.
