2 de mayo de 1998.Las noticias no tardaron en llegar a Estados Unidos, más cuando se decretó un estado de alarma y ningún habitante estadounidense podía salir del país, así como nadie podía entrar. Había entrado en vigor ese estado de alarma dos días atrás, cuando llegaron las noticias que la guerra estaba llegando a su final.
Hermione tenía miedo de que a su familia biológica le ocurriese algo, por lo que había ideado un plan. Sabiendo que no podía salir del país, eso no era suficiente para ella. Tenía que hacerlo. Luchar una guerra que no era la suya, pero protegiendo a los suyos. Convencer a su padre adoptivo no había sido fácil pero ambos descubrieron que la vieja mansión Selwyn estaba abandonada, por lo que conectaron las chimeneas durante unos minutos, el tiempo necesario para poder cruzar el charco en cuestión de segundos.
Pese a que el adulto no estaba del todo convencido en el plan de su hija, no le quedó otra opción que seguirla y acompañarla, siendo él quien la introdujo en Hogwarts. Gracias a lo que Jessamine Selwyn alguna vez le contó cuando llegó es Estados Unidos tantos años atrás, conocía el acceso desde Hogsmeade. Sin embargo, todo fue más sencillo cuando vieron a personas entrar y salir de una taberna. Se veían heridos, que huían, corrían en contra dirección. Así que siguieron el camino, pero al revés, hasta llegar a Cabeza del Puerco. Ese pub, maloliente y que parecía tener la peor clientela, tenía un pasadizo secreto que llevaba a Hogwarts. Y es que aunque su otra puerta se encontraba en la Sala de los Menesteres, la cual había sido reducida a cenizas unas horas atrás, todavía mantenía el acceso permitido.
Ambos cruzaron los pasillos de Hogwarts, que parecían estar desiertos pese a estar batallando, como si estuvieran en un parón, pero eso cambió cuando llegaron a la entrada del patio exterior, donde había gente agrupada. En dos bandos.
Harry Potter ha muerto.
"¿El niño que vivió murió? ¿Así terminaría todo, con el mal ganando?" la mente de Hermione iba a mil por hora, mientras su padre adoptivo la protegía con hechizos mientras los mortífagos seguían atacando.
No obstante, lo que nunca pensaron que pasaría, sucedió. La castaña alzó su varita cuando visualizó la albina cabeza de su hermano mayor; supo que era Draco por lo que le había contado Narcissa en alguna ocasión. Y al otro lado, los que parecían ser sus padres, que querían llevárselo.
Atacar por la espalda siempre fue muy cobarde, eso pensaba la joven de cabellos castaños. Por lo que, cuando vio que querían hechizar hacia aquella familia, salió de dentro.
Corrió tan rápido como las piernas le permitieron, realizando una barrera protectora mediante magia no verbal.
—Con mi mamá, no —gritó, como nunca había gritado, mientras mantenía la barrera alzada.
— ¡Hermione! —Exclamó Jacques Picquery, que se había distraído luchando con un mortífago, aturdiendo al mortífago que estaba atacando hacia los Malfoy—. Por Isolt, te pedí que no hicieras ninguna locura —suspiró tranquilo, una vez la abrazó. Después dirigió su mirada hacia la familia, sonriendo ladinamente—. Lucius, mi viejo amigo.
—Lo siento —musitó la menor, suspirando. Ella sabía que se había arriesgado demasiado y que quizás se había expuesto ante el peligro, pero no podía permitir que su familia fuese herida, mucho menos ahora que estaba tan cerca de estar junto a ellos. De vivir dónde siempre vivió.
— ¿Hermione? —la voz, rota, de Narcissa Malfoy no tardó en hacerse presente.
La mencionada la miró, una lágrima traicionera recorrió su mejilla y se separó de Jacques, para acercarse a la mujer. Los brazos de Narcissa rodearon el flacucho cuerpo de la niña que, después de quince años, volvía a estar en los brazos de su mamá.
Nadie sabía cuál sería el final que el destino tenía para ellos pero, por el momento, los cinco volvieron a la mansión Malfoy.
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✓ | Hermione Malfoy, regresa.
FanfictionDraco Malfoy tiene una hermana pequeña llamada Hermione, a la que todos creen muerta. Nació un 14 de septiembre de 1982 en Londres pero, sabiendo que el Señor Tenebroso no había muerto, decidieron mandarla lejos para protegerla. En una familia de ma...