La guerra finalizó con la muerte de Lord Voldemort, cuando la maldición asesina que lanzó sobre Harry Potter rebotó en su cuerpo, haciéndole añicos por haber maldecido tantas veces, por haber partido su alma en tantas partes. Eso supuso el final de la oscuridad, después de casi treinta años en guerra.
Los Malfoy podrían salir mal parados de esa situación, pero la verdad fue que el joven Potter abogó a favor de ellos, logrando que ni Draco ni Narcissa acabasen en la prisión. No obstante, no podía decirse lo mismo de Lucius, quien tendría que pasar unos meses en Azkaban, por haber usado la mansión Malfoy como piso franco para los mortífagos y donde se hospedó, durante meses, el Señor Tenebroso.
Si bien había una parte buena en todo eso, puesto que tan solo estaría unos meses encerrados después de haber llegado a un acuerdo, Narcissa Malfoy pareció una ánima en pena los primeros días después del encarcelamiento de su marido.
Hermione se sentía como una extraña en ese lugar, así como también era tan oscuro, tan terrorífico y con falta de luz en todas partes, por lo que no podía considerarlo un hogar. Era muy diferente a la pequeña casa de las afueras de Nueva York donde vivía con los Picquery, además que echaba de menos a Jacques. Solo a él, que había sido su figura paterna durante casi dieciséis años.
Una mañana de finales de mayo, la joven Hermione se encontraba en la cocina de la mansión Malfoy. Siempre había tenido un extraño gusto para la repostería y, a pesar que los elfos no querían que ayudase en la cocina, no consiguieron convencerla de dejarles solos. Se encontraba preparando unas tortitas de plátano y avena, sus favoritas, que acompañaría con sirope de caramelo y un poquito de chocolate negro. También prepararon zumo de calabaza y café, puesto que todavía no conocía demasiado los gustos de su hermano mayor y de su madre. La noche anterior, al escuchar llorar a su mamá, había decidido que tenía que hacer algo para ayudarla. Y si era cierto que no la conocía en demasía, también era verdad que no perdía nada al intentar levantarle un poquito el ánimo.
Tocaron las nueve y media en el reloj de pared del salón principal, donde solían comer todos los días en familia, cuando los elfos y ella terminaron de preparar el desayuno y dejar todo listo encima de la alargada mesa de madera.
Draco fue el primero en llegar, sorprendiéndose por encontrar el desayuno servido sin haberlo pedido. Nunca antes había probado esas tortitas pero, con el primer mordisco, tuvo suficiente para saber que estaba riquísimo.
— ¿Lo hiciste tú, enana? —preguntó, con el ceño levemente fruncido. La castaña asintió con la cabeza, ruborizándose—. Sabes que para esto están los elfos, ¿verdad? —asintió de nuevo, pero le restó importancia haciendo un ademán con su mano.
—Lo sé pero... quería ayudar a Narcissa, prepararle algo sorpresa —admitió, sorprendiéndose a sí misma por estar hablando con él, ya que en las últimas semanas prácticamente no había entablado una conversación con nadie.
No sabía si por miedo, por vergüenza o porque prefería que todos tuvieran su propia privacidad, pero había preferido encerrarse en su habitación. O bien en la biblioteca, donde podía pasarse horas leyendo libros, devorándolos uno tras otro como si no hubiese un mañana.
El de cabellos albinos le sonrió con ternura, acercándose a ella, depositando un beso en la frente impropia. Hermione era, prácticamente, una cabeza más baja que el varón, por lo que ese gesto era el más puro y cariñoso que había tenido alguien en su vida alguna vez. Justo en ese momento, Narcissa entró al salón. Una lágrima traicionera recorrió su mejilla al ver a sus dos hijos tan juntos, como si hubiesen crecido toda la vida como hermanos. La menor de los dos hermanos se armó de coraje, para acercarse a su madre biológica y besar la mejilla impropia, con cariño.
—Sé que todo lo hicisteis por protección y por el bien común, sé que no está siendo nada fácil y que no soy la persona más sociable y abierta del mundo pero, te prometo, que ha merecido la pena, mamá.
ESTÁS LEYENDO
✓ | Hermione Malfoy, regresa.
FanfictionDraco Malfoy tiene una hermana pequeña llamada Hermione, a la que todos creen muerta. Nació un 14 de septiembre de 1982 en Londres pero, sabiendo que el Señor Tenebroso no había muerto, decidieron mandarla lejos para protegerla. En una familia de ma...