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Había quedado muerta luego de aquella noche de baile.

Abrió los ojos y puso su brazo sobre ellos ya que el sol le pegaba directamente a la cara.

Se levantó con pereza y se higienizó, luego pasó a la cocina por una tostada.

Ya vestida salió de casa, el día estaba lindo, no hacía tanto frío como la noche anterior.

- Buenos días, Maria-Saludó Sam. - ¿Ya tengo compañero?

Maria dejó de leer el libro y la miró. - Buenos días, Samantha. Sí, sales más tarde.-Dijo-. Ve al portón a la una, luego de comer.-Miro su libro nuevamente-. Sé puntual.-finalizó.

- Bien, gracias.-respondió Sam.

Era una agradable mañana, se aproximaba el invierno y eso a Samantha le gustaba.

El invierno era casi su estación favorita. La nariz roja, la nieve, la felicidad al llegar de un día cansado a acostarse en su cálida cama, los abrazos más frecuentes, el chocolate caliente y mucho más le encantaba.

Sonrió pensando en eso inconscientemente antes de que Joel la saludase.

- Hey, ¿Que tal Samantha?-Preguntó agitando la mano.

- Pues, todo bien, Joel-respondió con una sonrisa. - ¿No crees que es medio tarde ya para tomar un café?

- Nunca es tarde para tomar un café

Samantha sonrío y se despidió para volver a su camino.

El invierno había llegado y las calles de Jackson se habian pintado de blanco

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El invierno había llegado y las calles de Jackson se habian pintado de blanco.

Samantha volvía de una patrulla de rutina tarde por la noche. Escuchaba sus pasos sonar en la nieve y sonreía.

Alone | Ellie WilliamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora