Deseo

645 73 8
                                    

𝐓𝐄𝐍𝐒𝐈𝐎𝐍

Incomodidad y tensión son las dos palabras que describen perfectamente la forma que mi relación con Atenea tomo luego de aquel beso, yo no era capaz de verla, por lo que rehuía de ella, trate de disimularlo, pero fue imposible, incluso mi padre y ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Incomodidad y tensión son las dos palabras que describen perfectamente la forma que mi relación con Atenea tomo luego de aquel beso, yo no era capaz de verla, por lo que rehuía de ella, trate de disimularlo, pero fue imposible, incluso mi padre y las Ninfas se habían dado cuenta de nuestra ahora tensa relación.

— esta bien, alto, alto — dijo Triton viéndome — Palas — me llamo con seriedad — ¿pasa algo?

— no pasa nada padre — conteste nerviosa

Atenea y yo nos encontrábamos en un entrenamiento de lucha, pero yo no lo llevaba nada bien.

— no estas atacando, solo estas a la defensiva — Triton suspiro — mas que defensiva parece que estas huyendo de Atenea — padre trato de verme pero yo solo evadí su mirada — esta bien, tómense hoy el día libre y arreglen lo que sea que este pasando entre ustedes

Aquellas palabras me dejaron sorprendida, Triton se fue luego de darnos el día libre, Atenea rápidamente se acerco a mí al ver que ya no había nadie.

— Palas — me llamo

Atenea se acercaba a mi, su hermoso rostro se veía contrariado y yo no podía hablarle, pensar en que pudiera estar enojada conmigo era demasiado, me destrozaba el corazón, así que de nuevo solo corrí huyendo de ella.

Mis pasos eran rápidos, corría deprisa intentando alejarme de Atenea, me adentre en la arboleda tratando de ocultarme de ella pero para mi mala suerte Atenea me alcanzo, el cuerpo de Atenea impacto contra mi y las dos caímos con fuerza al suelo.

— Atenea... — dije debajo de su cuerpo pero mis palabras rápidamente fueron ahogadas por sus labios que cubrieron los míos

Nuestros yelmos chocaban entre si pero eso no impidió que Atenea alcanzara mis labios y los besara con vehemencia, nuestras armaduras se rozaban entre si, generando chirridos cuando los metales se frotaban, pero ese molesto sonido era opacado por los armoniosos sonidos de los labios de Atenea chocando contra los míos.

— ¿por que huyes? — pregunto Atenea sobre mis labios — ¿tanto me odias?

Atenea se separo de mi, sus ojos tormentosos me observaron con atención, esperando una respuesta.

— eres tu... quien podría odiarme — murmure nerviosa — eres una diosa hábil en todas las artes... no tengo nada que ofrecerte, nada interesante o sobresaliente

— tu eres mi compañera, Palas — dijo Atenea quitándose el yelmo — nadie puede ofrecerme más que tu, nadie es mejor que tu para mi, nadie es más interesante o sobresaliente que tu, no hay nadie más que tu

Las palabras de Atenea se clavaron en mi alma, mi corazón tembló de emoción y lo único que pude hacer para expresarle mis sentimientos fue quitarme el yelmo para luego unir nuestros labios de forma tierna y cariñosa.

Palas Atenea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora