El cuerpo de Zee se desplomó en el suelo a mi lado, y presioné una mano sobre mi frenético corazón, tratando de calmarlo. Cerré los ojos y respiré a través de la nariz. Había estado equivocado. Tan malditamente equivocado. Panich no estaba muerto, estaba muy vivo.
Volví a pensar en esta mañana temprano. Recordé el momento que vi el cuerpo sin vida de Zee en la pantalla de mi ordenador. Recordé el momento que mi corazón decidió
controlar mi cabeza...........( Esta mañana ).....
Cuando escuché la puerta delantera de la planta de abajo cerrarse, Ilya y Savin saliendo para patrullar las tierras, moví nerviosamente las manos con el conocimiento que estaba solo yo en la casa.
Únicamente Zee y yo.
El estómago se me llenó de emociones al ver su hermosa cara de nuevo. Comprobarlo cada mañana se había convertido en mi ritual diario.
Saltando de la cama, me aseguré que la puerta de la habitación estaba bloqueado y corrí a mi portátil. Zee se había quedado dormido temprano la noche anterior antes que me fuera a la cama, después de mínimos movimientos todo el día. Pero sabía que estaba despierto ahora, justo en este minuto. Ya no estaba paseando por el suelo y gruñéndole a cualquiera que se acercara esta semana. En cambio, estaba sentado contra la pared, cabizbajo como de costumbre, su gran cuerpo temblando y sudando. Pero no se movió. Sus ojos estaban apagados cuando se quedaba mirando a la nada, con la atención fija en nada.No sabía por qué, pero lo observé, lo contemplé allí tumbado como un animal abusado y roto. Mi pecho dolía y frotar la piel no podía calmarlo.
Siempre me había sentido como una especie de prisionero, mental y emocionalmente perdido en esta vida de la Bratva. Y mirando a Zee Pruk Panich, el hombre que fui condicionado a odiar, simplemente me rompía el corazón. Porque se veía como me sentía. Especialmente por la noche, me sentía roto y lleno de cicatrices en el interior. Él parecía roto y lleno de cicatrices en el exterior. Sentía una conexión con el. Suponía que éramos almas gemelas.
Abriendo mi ordenador portátil, esperaba ver a Zee en esa misma posición sentado, encadenado, con el cabello enmarañado y vestido solo con el pantalón de deporte negro que Net había insistido que vistiera cuando estaba drogado esa primera noche.
Hice clic en el icono del escritorio, eligiendo la cámara del sótano y aguantando sin respirar mientras se conectaba. Cuando Zee apareció a la vista, se me cayó el alma, no estaba sentado como espere. Estaba tumbado en el suelo, con el cuerpo espeluznantemente quieto.
Me incliné cerca queriendo que se moviese. Pero pasaron dos horas y ni siquiera se había encogido. Un profundo hoyo se había formado en el centro de mi estómago. Parecía... ¿Qué si...?
Tragué un grueso bulto en mi garganta y sentí un desconocido sentimiento vacío en mi corazón. Sabía que ha estado empeorando, su comportamiento había cambiado dramáticamente los pasados días. Pero era fuerte. Pensé que sobreviviría. Pensé que era otra fase de su recuperación. Había pasado por mucho las pasadas semanas.
Dejando mi portátil en la colcha, salté de la cama. Con las manos hacia la puerta cerrada de la habitación y me obligué a hacer algo que juré que nunca haría.
Levanté la mano y toqué el collar que descansaba en mi cuello Pensé en por qué mi padre había criticado el rescate de Zee. En por qué Net había tenido que traerlo todo el camino hasta aquí, la isla, en vez de mantenerlo en una celda en Bangkok. Pero no importaba lo mucho que traté de persuadirme lo que mi corazón estaba impulsándome a hacer, un par de ojos podían dominar mi mente, tomándolo como rehén y con ello toda racionalidad. ¡Demonios! ¡Esos ojos! La tristeza que contienen. La tortura, dolor y confusión brillando en sus profundidades, llamándome.
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Número 221 - ZeeNunew
FanfictionCriado como un prototipo de droga de la obediencia, 221 deja de pensar, actuar o vivir por sí mismo; perfectamente elaborada-marioneta de la muerte de su amo. De pie con un metro ochenta y dos de altura, y sin rival en el combate a muerte, 221 asegu...