Capítulo 12 - NUNEW

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El rostro de Zee se sonrojó y sus manos exploraron. Encontrando su mirada, no pude apartar la vista de su rostro hambriento mientras abría el botón de mis pantalones. Pero Zee bajó la mirada para observar, sus manos tocando mi cuerpo más y más, sus dedos pasando por sobre mis pezones erectos.

Bajé mis pantalones por mis piernas y los pateé a un lado del cuarto. Los nervios me abrumaron, envolviendo mi piel con escalofríos calientes. La tensión aumentó a una tormenta embriagado cuando nuestro calor corporal chocó. La mano áspera de Zee todavía acariciaba mi piel, sus dedos viajaban al sur.

Me quedé únicamente con mi ropa interior, una débil barrera para estar completamente desnudo, completamente vulnerable.

Mi corazón tamborileó.

Mis cuerpo se estremeció.

Mi miembro latió.

Y entonces él se movió. Se movió hasta estar al ras de mi frente. Carne contra carne, compartiendo el espacio.

Nunew... -susurró, su cálido aliento bordeando el lado de mi cuello.

Zee... -susurré en respuesta, mis ojos cerrándose por su cercanía.

Tomando aire profundamente, levanté mi cabeza. Zee siseó entre sus dientes mientras miraba hacia abajo. Se alzaba sobre mí, empequeñeciéndose con su gran altura.

Las manos de Zee acariciaron mi cintura, rozándome pulgada a pulgada. Un suave gruñido sonó en la garganta de Zee, haciendo que mi miembro doliera. Entonces sus manos pasaron por mis pezones hacia los costados de mi cuello y aterrizaron en mis mejillas.

Nos quedamos así, suspendidos por un momentos; sus manos ahuecando mis mejillas, respirando el aire del otro. El pulso en mi cuello se aceleró, entonces mi respiración se acelero de anticipación de lo que estaba por venir.

Nuestras miradas desesperadas se encontraron.

Él tomó aire profundamente.

Entonces susurró -¿Eres... para mí?

Supe que estaba acabado. Pisoteado, con el corazón aplastado, acabado.

¿Eres... para mí? Tres simples palabras que derribaron cualquier barrera entre nosotros.

Zee -gemí, y con las manos enredadas en sus amplios hombros, me levanté sobre las puntas de mis pies. Los ojos de Zee se abrieron con sorpresa mientras conduje mi boca hacia la suya. Sus manos, a cada lado de mi rostro, se tensaron. Su respiración se deslizó a través de sus labios con una nerviosa exhalación.

Los ojos permanecieron abiertos, cepillé mis labios contra los suyos. Zee quedó inmóvil. Jadeó dentro de mi boca, lo cual colgaba en anticipación al lado de la suya. El dulce y cálido aliento de Zee provocó que mi miembro doliera de necesidad.

Esperé que Zee estrellara sus labios contra los míos. Un hombre de su tamaño, con una personalidad tan primaria, para abrumarme, controlarme, dominarme. Pero se quedó quieto, con el cuerpo tenso. Me aparté ligeramente, sólo para ver sus cejas moverme. Sus pupilas estaban dilatadas, la parte blanca de sus ojos brillando. Sus fosas nasales abiertas.

Los tres lunares en su mejilla derecha me tenían fascinado mientras se movían nerviosos.

Entonces caí en cuenta , Zee no sabía por qué mis labios estaban tocando los suyos.

Suspiré. El calor de la realización se derritió en mi pecho. Nunca había sido besado

Las manos de Zee estaban ahuecando mis mejillas como si su agarre fuera la única cosa manteniéndolo en tierra. Evitando que se cayera.

Número 221 - ZeeNunewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora