VEINTICINCO

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Dmitry

-¿Han hablado?- le pregunto a mi hijo mientras se limpia la sangre de las manos.

-Ella sí.

-Cuéntame.

-Vendieron a Lina a Romanov a los ocho años por puro egoísmo, él les ofreció mucho dinero por ella. Lina estaba completamente sola, sus abuelas no habían muerto por causas naturales papá.

Frunzo el ceño.

-¿Qué pasó con ellas?- pregunto.

-Romanov las asesinó para quedarse con Lina, sabía que si ellas seguían con vida, nunca se la entregarían, incluso irían a ti para pedirte ayuda. Vasili las mató delante de Lina, cuando ella tenía seis años.

-Lina no ha dicho nada de eso, ella cree que murieron por la edad.

Neva da un paso adelante.

-La mente de Lina la ha protegido de ese trauma, ha creado una fantasía donde sus abuelas murieron sin sufrimiento. Sólo era una niña cuando fueron asesinadas. Y después de eso, nada mejoró, estuvo completamente sola en las calles durante dos años, su única compañía fue un gato, que también fue asesinado y luego... Luego vinieron los abusos de Vasili, las pérdidas de sus bebés.

Neva se frota de la cara con las manos.

-Lina es increíblemente fuerte, Dmitry, ni siquiera sé cómo no se ha vuelto loca con todo lo que le ha pasado- me dice.

-¿Quién más sabe esto?- pregunto.

-Sólo nosotros tres- contesta mi hijo.

-Que siga siendo así. Por nada del mundo, Lina debe enterarse de la verdad, eso sólo le causará más dolor. Es una orden- digo.

Mi hijo y Neva asienten.

-Como ordenes Pakhan- dice mi hijo.

Camino por los pasillos del sótano del pabellón. Voy a ir a visitar a un viejo amigo, uno al que hace mucho tiempo que no veo. Abro la puerta de su celda y entro.

-Vaya, la última vez que te vi tenías dos piernas y ahora no tienes ninguna- le digo.

Vasili sonríe con falsedad.

-Es obra de tu querido hijo- dice con asco.

-Joder- me rio mientras me siento en la silla frente a él- Mijaíl siempre fue más sádico que yo, a mí no me gusta torturar, pero él... Nació para esto.

Me ajusto la chaqueta del traje.

-Enloquece cuando alguien toca a su familia, sobre todo a su madre, la ama mucho.

-Nunca he tocado a Karenina.

-Oh, no. No me refiero a la puta que abandonó a mis hijos, sino a la mujer que los amó y los consoló cuando Karenina se fue.

-Lina no es su madre.

-Lo es, amigo. Y ahora que mi mujer va a tener a mis dos bebés, es más la madre de Yelena y Mijaíl que nunca. Maldita sea, deberías ver cómo los cuida y los protege, es como una leona con sus crías. Lástima que decidiste matar a todos los hijos que ella iba a darte.

-¡No es tuya!- grita- Ella no puede dar a luz a tus hijos.

Mi boca se eleva por un lado.

-Es mía y sí, está embarazada de dos niñas, mis dos niñas. Y sólo tuve que correrme un poco dentro de ella.

Vasili se remueve en la cama, Neva y Mijaíl lo tienen atado.

-Le daré más hijos- le digo- Es una gran madre y cualquier niño sería feliz de tenerla en su vida.

BRATVA #6 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora