BRATVA #6 [Disponible en físico]

TRECE

Lina

Estoy nerviosa, Dmitry dice que es emoción lo que siento. A veces estoy feliz y a veces siento un poco de miedo. Recuerdo cuando Galia me enseñó lo que era un avión, ella tenía unas cartas con dibujos de coches, camiones, ambulancias y otros transportes. Dijo que los compró para enseñar a Yaroslav cuando era pequeño, pero que nunca las usó. Hace mucho tiempo que no la veo, la echo de menos. Me da miedo preguntarle a Dmitry por ella, lo escuché hablando con alguien por teléfono. En la conversación hablaban de Vasili, la mujer que estaba al otro lado del teléfono decía que se estaba divirtiendo mucho con él. No lo entiendo, yo nunca me divertía con él, Vasili me golpeaba el cuerpo y me hacía cosas malas en mi entrepierna. Mi mente viaja a anoche, las cosas que Dmitry me hizo se sintieron muy bien. No tuve miedo cuando estuve arriba. Él es tan bueno, mi corazón duele cuando pienso en él. Lo quiero mucho. Me gustó tener su boca en mí. Mi pulso se acelera por los recuerdos. Desvío la mirada de la ventana del avión. Me encuentro con unos ojos azules profundos mirándome. Dmitry me guiña el ojo, mi corazón se calienta con ese gesto. No es lo único que se calienta, estoy humedecida otra vez. Apenas entiendo por qué mi cuerpo reacciona así con él y solo con él. Me muerdo el labio inferior.

-Malenk'aya aquí no- susurra- Hay niños delante- dice sonriendo.

Siento el calor emanar de todo mi cuerpo y no es sólo por la vergüenza, Dmitry le hace algo a mi cuerpo que no logro entender del todo. Es como una necesidad, como si mi cuerpo sintiera hambre.

-¿Vas a decirnos a dónde vamos papá?- pregunta Mijaíl desde el otro lado del pasillo.

-No- contesta Dmitry- Es una sorpresa para todos.

-¿Y los regalos papi?- pregunta Yelena un poco triste- ¿Santa se ha olvidado de nosotros?

Dmitry sonríe dulcemente a su hija.

-No, ojitos azules, es que los ha dejado em el lugar al que estamos viajando.

Ayer me explicaron quién era Santa Claus, me emocioné mucho. Ojalá pudiera conocerlo en persona, todo lo que me contaron sobre él era bueno. También quiero conocer a sus renos voladores.

-Será mejor que os durmáis, es muy temprano y hay cuatro horas de vuelo- dice Dmitry.

Milena cierra los ojos en mi regazo, últimamente siempre quiere estar conmigo y eso me gusta mucho. Yelena se sube al regazo de su padre, se acomoda para dormir.

-Toma, malenk'aya- dice Dmitry dándome una manta- Cubríos con ella, va a hacer frío.

Extiendo la manta para Milena y para mí. Mis ojos pesan por el cansancio, cuando Dmitry nos despertó esta mañana, sólo eran las tres y media de la madrugada, dijo que el vuelo salía a las cuatro.

Me remuevo un poco inquieta, huele al sótano, el cuerpo me empieza a doler. Siento una punzada de dolor en la espalda. Mis mejillas están mojadas por las lágrimas.

-Estoy aquí, lyubov'- me dice una voz que conozco.

Abro los ojos lentamente, ya no estoy en mi asiento. Unos brazos me rodean todo el cuerpo.

-Shhh, tranquila, ha sido una pesadilla.

Levanto la cabeza hacia arriba, los ojos azules que tanta paz me dan, me observan. Sus pulgares me limpian las mejillas. Milena ya no está en mis brazos. La busco a mi alrededor, Mijaíl la tiene en sus brazos. Apoyo la cabeza en el pecho de Dmitry, me tiene acunada en su regazo.

-Estás a salvo, malenk'aya.

Oculto mi cara en su pecho, no había tenido una pesadilla desde que Dmitry me rescató.