Lina
Dmitry me limpia los muslos en el baño. Sonrío todo el tiempo, estoy muy contenta. Quiere estar conmigo. Se me escapa una risita, me mira a los ojos.
-¿Por qué ha sido eso?- pregunta sonriendo.
-Estoy feliz, sólo he sido feliz una vez. Cuando Galia me regaló al señor Polar.
Dmitry se pone de pie, me da un beso en los labios, me gusta mucho que lo haga. Me sube al lavabo y se pone entre mis piernas.
-Voy a tratar de hacerte feliz cada día Lina.
Acaricio su mejilla con mi mano. Es tan bueno con todo el mundo.
-¿Ya no me vas a buscar un esposo?
-No, joder. Te lo dije hace un momento, eres mía.
-Me gusta ser tuya.
-Será mejor que salgamos de aquí, Karenina debe estar a punto de llegar y ya hemos perdido mucho tiempo.
-¿Ella viene?
-Sí, quería cenar con nosotros y los niños.
-Pero ella...
-No te dirá ni hará nada, lo prometió y si intenta algo, te juro que la mataré.
Asiento. No me siento muy cómoda estando cerca de ella. Pero entiendo que es la madre de los hijos de Dmitry y fue su esposa. Me siento un poco rara cuando pienso que ella fue esposa de Dmitry, él me gusta mucho. Todo dentro de mí es muy confuso, hay sentimientos que nunca había tenido y no sé cómo manejarlos. Dmitry me toma por la cintura, me deja en el suelo y me toma de la mano para salir del baño.
-Lina, es mejor que por ahora no digamos nada sobre nosotros.
-¿Por qué?
-Eres... Joven. No lo entenderían.
-Está bien.
Karenina entra por la puerta sonriendo.
-Buenas noches- dice mirando a Dmitry, luego me mira a mí- Buenas noches, Lina.
-Hola- dijo en voz baja.
Suelto la mano de Dmitry, voy al comedor y me siento en mi silla. Retuerzo mis manos bajo la mesa. Estoy nerviosa y disgustada, no entiedo por qué Dmitry no quiere que nadie sepa que me quiere a su lado. Dice que soy joven, pero no entiendo qué significa eso. Dmitry entra en el comedor con el ceño fruncido, Karenina y los niños entran detrás de él. Mijaíl se sienta a mi lado, como ha estado haciendo esta semana. Me gusta Mijaíl, no como su padre, pero me trata bien y me divierto mucho jugando con él. Me está enseñando a nadar en esa piscina de agua caliente.
-¿Estás bien Lina?- me pregunta.
Asiento con la cabeza. Dmitry se sienta en su silla, sus ojos están sobre mí. Intenta tomar mi mano por debajo de la mesa, la retiro de un tirón.
-Lina- advierte.
Miro a Karenina, nos está observando atentamente.
-No quiero que ella me mire- digo.
-Karenina deja de mirarla.
Ella se ríe en voz baja.
-¡No te rías de mí!- grito enfadada.
-No me reía de ti- dice ella.
-Siempre te ríes de mí. No soy una tonta.
Se muerde el labio inferior.
-Basta, las dos. Ya basta- gruñe Dmitry.
Me cruzo de brazos.
-Te he traído un pastel de chocolate- me dice Karenina- Yelena dijo que te gustana mucho el chocolate.
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BRATVA #6 [Disponible en físico]
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