IV

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El ojibicolor sentía que su cabeza daba vueltas y vueltas como un remolino

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El ojibicolor sentía que su cabeza daba vueltas y vueltas como un remolino.
Suspiro profundamente tratando de levantarse pero tan pronto como se levantó volvió a caer sobre su futón.

Cómo odiaba estar enfermo,era lo peor del mundo.
Si bien no quería otra cosa que quedarse en su calentito futón y dormir, no podía faltar al trabajo,no puedo cuando era el único lugar donde podría ver a su amado mentor Dazai Osamu,el guapo y alto vendado de ojos cobrizos,rostro estéticamente hermoso,sonrisa elegante y un cuerpo que cada que pensaba en él fantasíaba que lo tomaba entre sus fuertes brazos y-

Dios,¿por qué carajos está teniendo ese tipo de pensamientos?
Siempre fue considerado un joven inocente e ingenuo,y este tipo de fantasías que estaba teniendo no eran nada puras pero como evitarlo si cada que pensaba en el castaño su cerebro enloquecía.
Tenía que ver al castaño y eso significaba ir a trabajar a pesar de que se sintiera mal.

— Ni lo pienses,estás muy resfriado,hoy no irás a trabajar — regaño Kyoka a su amigo al ver que este estaba tratando de salir de la cama.

Atsushi miró a su mejor amiga con panico,como si la sola idea de faltar al trabajo fuera un pecado capital.

—P-Pero-

— P-Pero nada —dijo la peliazul con seriedad a lo que el albino no tuvo otra más que suspirar.

Atsushi se acomodó en el futón a regañadientes no sin antes mirar a su mejor amiga.

— Bien,tu ganas.

Ya había pasado tres horas desde el comienzo de la jornada laboral y Dazai no podía estar más aburrido,su subordinado no había llegado hoy a la oficina por razones que desconocía

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Ya había pasado tres horas desde el comienzo de la jornada laboral y Dazai no podía estar más aburrido,su subordinado no había llegado hoy a la oficina por razones que desconocía.
Detuvo la silla en la que estaba girando para mirar fijamente la pared.

¿Le había pasado algo malo?,¿Lo habrán secuestrado?,¿Estaba cruzando la calle y como estaba tan distraído un auto lo atropelló,por alguna razón la curación del tigre no funcionó y estaba desangrándose en el suelo,exclamando sus últimas palabras sin que nadie pudiera escucharlas?

Dazai salto de su silla ante este último pensamiento y antes de que pudiera salir corriendo en busca de su protegido, una peliazul tiró de su gabardina.

𝑷𝒆𝒓𝒔𝒊𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝑨𝒕𝒂𝒓𝒅𝒆𝒄𝒆𝒓𝒆𝒔 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora